El reclamo de Ctera se suma al pronunciamiento de la semana pasada de parte de los ministros de Educación de todas las provincias. La situación evoca a la histórica Carpa Blanca.
La secretaria General de Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), Sonia Alesso, advirtió ayer que el inicio de las clases en las provincias “depende de que el gobierno nacional envíe los fondos” del Incentivo Docente y convoque a paritarias, y sostuvo que, de lo contrario, se presentará “un contexto imposible para arrancar” el ciclo lectivo.
“Si no llaman a paritarias ni mandan fondos, cobraremos menos que el año pasado, contexto imposible para arrancar las clases”, afirmó Alesso a El Destape Radio, respecto a la situación de los docentes en las semanas previas al inicio de clases previsto para los últimos días de febrero y primeros de marzo, según cada distrito.
“Creíamos que nos iban a convocar la semana pasada, pero no lo hicieron luego del tema de la Ley Ómnibus, por lo que estamos todavía esperando. Desde Ctera exigimos que nos convoquen esta semana. Mañana (por hoy) tenemos una reunión y luego realizaremos un congreso para decidir si van o no a iniciar las clases en función de lo que pase estas semanas”, dijo Alesso en virtud de las paritarias nacionales.
Con respecto al salario de los maestros, Alesso explicó que “este mes las provincias pudieron cubrir el faltante del porcentaje que le corresponde a Nación con el Fondo de Incentivo, pero el próximo mes será casi imposible, por lo que el docente cobrará menos”.
“Sin el envío de los fondos del incentivo docente se compromete la negociación paritaria a nivel nacional y provincial”, destacó la gremialista docente.
“En este contexto, es imposible comenzar las clases” porque “todo aumenta, los alquileres, los alimentos y ahora también el transporte de colectivos y trenes. Dijeron que el ajuste era para la casta, pero resulta que la casta era el docente, el jubilado y el trabajador que sufre directamente con estos aumentos porque su salario no aumenta”.
Durante la entrevista radial, Alesso también denunció que “el gobierno no envió los fondos para los comedores escolares”.
El viernes pasado, ministros de Educación de todo el país presentaron una nota al secretario del área, Carlos Torrendell, para manifestar su “profunda preocupación” por la discontinuidad de las sumas que transfiere la Nación a las provincias.
¿Qué es el FONID?
El Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) era un aporte económico que el Ejecutivo Nacional giraba a las provincias para mejorar los sueldos docentes. Ese plus salarial estuvo vigente desde 1998 hasta enero 2024, pero el Gobierno nacional no renovó el decreto que extendía su validez.
El FONID fue implementado a finales de la década del 90 como consecuencia de las políticas de ajuste llevadas adelante por el entonces presidente Carlos Menem. El reclamo docente que desencadenó el pago de este incentivo incluyó un plan de lucha de 1003 días, además de la instalación de la Carpa Blanca frente al Congreso.
La norma que creó el FONID fue la Ley Nº 25.053. En su Artículo 1°, establecía que el instrumento iba a ser financiado con un impuesto anual cobrado a los titulares de autos y motos de alta gama, embarcaciones y areronaves.
Lo recaudado por ese tributo iba a ser destinado «al mejoramiento de la retribución de los docentes, de escuelas oficiales y de gestión privada subvencionadas, de las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires», especificaba la norma.
¿Qué fue la Carpa Blanca?
En 1997, la situación social y económica en gran parte del país era apremiante. Con niveles de desocupación que superaban el 50%, el entramado social se desmoronaba y la posibilidad de un sueldo digno parecía una quimera. La segunda presidencia de Carlos Saúl Menem, elegido dos años antes con el 49.94%, comenzaba lenta pero constantemente a tambalear.
La pronta privatización de YPF, del sistema ferroviario y la completitud del modelo al interior de la provincia con la venta y privatización de empresas provinciales y despidos masivos en el Estado, generaban un combo explosivo.
El 2 de abril de 1997 la Carpa Blanca docente se instalaría en Entre Ríos 50, justo frente al Congreso de la Nación, en la Ciudad de Buenos Aires. Nadie sabía a ciencia cierta cuanto duraría la protesta, aunque de seguro fueron pocos los que imaginaron que permanecería durante 1003 días, con 1500 maestras y maestros de todo el país participando del ayuno, como mecanismo de protesta, y con más de 3 millones de personas que la visitaron durante su tiempo transcurrido. Esta lucha se convertiría en un emblema de resistencia frente a las políticas de ajuste y desregulación. Aquella gesta de guardapolvo blanco recibió el apoyo de personalidades de la cultura y la sociedad civil: Mercedes Sosa, Eduardo Galeano, Alfredo Alcón, Joan Manuel Serrat, Luis Alberto Spinetta, León Gieco, Jorge Guinzburg, son sólo algunos de los cientos que compartieron y funcionaron como caja de resonancia de los reclamos.