Miles de personas marcharon por el centro rosarino hasta la sede de Gobernación pidiendo el fin de la violencia y el esclarecimiento del crimen del niño de 11 años
«¡¡Por Máximo… Justicia!!» Una y otra vez, hasta el hueso, hasta que cale hondo. Una multitud acompañaba este viernes la marcha que comenzó a desfilar desde plaza 25 de Mayo y ancló su dolor y su reclamo frente a la sede local de Gobernación en Rosario para reclamar justicia por Máximo Jerez, el nene de 11 años asesinado a balazos la madrugada del último domingo tras un ataque sicario en barrio Los Pumitas.
Máximo Jerez pertenecía a la comunidad Qom, jugaba al fútbol en el club Los Pumas, iba a la Escuela Bilingue 1344 «Cacique Taigoyé». El pasado lunes, varias decenas de personas las que se acercaron al club para despedir sus resto.
La caravana extendió sus banderas y con Julio, el papá del chico asesinado, a la cabeza comenzó a moverse junto a representantes de organizaciones sociales que avanzaban a paso firme al grito sostenido de «¡justicia!
«Basta de matar a nuestros niños, los pueblos originarios exigimos justicia», rezaba una colorida y gran bandera que resaltaba entre la marea humana que se desplazaba por calle Santa Fe hacia la plaza San Martín.
Muchos chicos del club donde jugaba Máximo no podían contener las lágrimas en el acto, mientras portaban una foto del niño vestido de futbolista. Otros chicos del barrio que lo conocían se abrazaban llorando a sus madres.
El acto comenzó con un fuerte discurso de una tía del nene asesinado quien señaló que «el gobierno debe hacer cargo de esto, que no queremos que pase esto. Tendrían que haber estado antes, haber puesto más seguridad. Como siempre hacen, bajan al barrio para pedir los votos. Necesitamos la seguridad para el barrio. Tenemos que seguir luchando por nuestros hijos, para que no haya ningún Máximo más y ¡justicia para él?».
Luego habló en idioma qom una referente de la comunidad del barrio y tras sus palabras expresó en castellano que «estamos acompañando en este día tan especial a la familia para que esto no vuelva a pasar».
«Pero no debemos bajar los brazos, ahora hay un pueblo llorando, hay una familia destruida, una madre llorando desconsoladamente. Esto no tiene que pasar más en Rosario, basta de violencia, basta de discriminación», dijo entre llantos la mujer. «No queremos pelear con nadie, queremos por todos los niños que han caído. Por eso pedimos justicia», reclamó la mujer.
Luego hizo uso de la palabra otra tía de Máximo, quien agradeció la presencia de tanta gente y clamó: «Máximo, mi sobrino, es inocente compañeros. Él no tenía nada que ver con lo que está pasando en la ciudad, con la violencia que hay en cada barrio de Rosario».
«No demostremos miedo compañeros, salgamos a pedir justicia. Somos los que tenemos que levantarnos por nuestros seres queridos. No sé si el que mató a mi sobrino tendía hijos. Me pregunto si a ellos en nuestro lugar, no les dolería el corazón. Hoy mi cuñada está tirada en la cama llorando por su hijo. Tenemos una nena de dos años herida. Eso no es lo que queremos para nuestros chicos. Queremos a los chicos jugando en la plaza, una niñez tranquila».