Tras mantener un encuentro con el ministro de Seguridad, Claudio Brilloni, Alejandro Haedo, secretario General del Sindicato de Remises y Afines, destacó que las autoridades asumieron responsabilidades ante la falta de seguridad.
El homicidio de un asaltante por parte de un remisero que, además es personal del Servicio Penitenciario, en Peñaloza y Gorostiaga el lunes por la noche, saltó en la agenda pública. A su vez, el propio chofer resultó herido por un arma blanca, mientras el fallecido recibió disparos con un arma reglamentaria. Ya en la mañana de hoy, el remisero recuperó la libertad tras haber sido detenido. El dramático suceso puso sobre relieve la situación de inseguridad que viven los trabajadores del sector. Al respecto, Alejandro Haedo, secretario General del Sindicato Único de Remises y Afines (SURyA) de Santa Fe, indicó que ahora se aguarda la resolución judicial del caso.
En diálogo con ATP, el sindicalista también aludió a la reunión que el sector mantuvo hoy con el ministro de Seguridad, Claudio Brilloni. “Hace dos años explicábamos que habíamos hecho los deberes y que habíamos invertido en tecnología para que la fuerza policial tuviera la posibilidad de hacer los chequeos y seguir las unidades en tiempo real”, explicó Haedo. Sin embargo, “no se hicieron los chequeos que nos habían prometido en ese momento, así que hoy no propusimos absolutamente nada”.
Pese a todo, “gratamente, el ministro asumió las culpas de la fuerza diciéndonos que no habían hecho absolutamente nada”. “Esto nos sorprendió –destacó el dirigente del sindicato–. Reconoció (Brilloni) que le habíamos puesto las herramientas para hacerlo y se comprometió a hacerlo a partir de hoy. La gente sale a trabajar con una incertidumbre total y un miedo total”, exaltó.
En ese orden, Haedo fue taxativo a la hora de exponer que “hace muchos años atrás teníamos lo que llamábamos zonas rojas, lo que era la periferia de la ciudad; hoy la zona roja es la ciudad de Santa Fe en su totalidad. Hoy ningún barrio se diferencia del centro, ni hay horarios”. Dicho de otra forma: “Nos pueden asaltar en un barrio o en San Martín y Tucumán”, recalcó.