Haydeé Peña, integrante de la ASSAL, precisó que la carne vacuna debe ser de “color rojo cereza”, mientras “al tacto tiene que estar firme y no debe haber exudados provenientes de líquidos”.
Tras los decomisos de carne y huevos en mal estado en distintos puntos de la ciudad durante la semana pasada, bueno es saber cómo reconocer si los tales alimentos se encuentran aptos para ser consumidos. Por esa razón, ATP consultó a Haydeé Peña, responsable Regional de la ASSAL (Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria) Santa Fe y licenciada en Saneamiento, quien brindó importantes precisiones. “Lo principal es elegir un lugar habilitado, que cumpla con las condiciones tanto de habilitación como de higiene. Y así poder obtener un alimento seguro”, indicó.
Con respecto a la carne vacuna, la especialista señaló que lo central es observar que sea “de color rojo cereza”, mientras “al tacto tiene que estar firme, no pegajosa, no debe haber exudados provenientes de líquidos”. “Si encontramos una carne con mucho líquido, podríamos pensar que ahí se cortó la cadena de frío. Cuando se corta la cadena de frío, las bacterias que son propias de la carne encuentran condiciones apropiadas para poder desarrollarse en la temperatura ambiente”, ilustró Peña al advertir sobre posibles enfermedades derivadas de alimentos.
A su vez, la funcionaria de la ASSAL observó que es más difícil reconocer el buen estado de un huevo. “Si los huevos provienen de un establecimiento avícola, se los somete a determinados controles que permiten ver la calidad del huevo. Si la cámara de aire es muy grande implica que el huevo es viejo”, explicó y sugirió que, a modo casero, se puede colocar un huevo en un recipiente con agua. Si flota, no es apto para ser consumido. En caso de tratarse de productos provenientes de establecimientos habilitados, en los envases se debe encontrar la fecha de vencimiento.
En cuanto a las frutas y verduras, Peña sostuvo que se trata de “alimentos sueltos, desnudos, a menos que sean envasados congelados”. “Lo que se debe hacer es un tratamiento en el domicilio con la limpieza y la desinfección. El agua lavandina es el desinfectante ideal”, definió.
