Pablo Collins, director del Instituto Nacional de Limnología, ilustró de qué manera esa situación puede ser perjudicial para el ambiente, las especies y la vida humana.

La mortandad de peces en Vera y Pintado se suma a una serie de hechos ambientales que derivaron del impacto que ha tenido y tiene la prolongada sequía. Sobre esta cuestión, Pablo Collins, director del Instituto Nacional de Limnología (Inali), indicó que la situación afecta a todas las cuencas que se encuentran en América del Sur.

“Estamos atravesando un período que no se había visto desde hace mucho tiempo. Llevamos un poco más de tres años con bajante en los ríos. Los niveles son menores a los que históricamente deberían tener”, señaló el especialista al ser consultado por ABC1 (que se emite este domingo, a las 23, por Somos Santa Fe y Somos Rafaela; y a las 21, por Somos Rosario). A la hora de brindar una explicación sobre estos dañinos fenómenos, el titular del Inali (dependiente del Conicet) observó que “en estos últimos tres años –en el marco de un proceso histórico– se está cambiando de un período húmedo, quizás, a un período seco”.

“El río tiene la bondad de poder disolver un montón de elementos que naturalmente existen. Cuando no hay tanta agua, se concentran todos los químicos. A eso se suma que, al tener menos espacio, los organismos están más concentrados y siguen excretando. Al aumentar esas concentraciones, se pueden disparar procesos tóxicos. Y al mismo tiempo, puede haber concentraciones de nutrientes”, ilustró Collins. Esto último “puede generar, a su vez, que empiecen a crecer ciertas algas o bacterias naturales que tienen toxinas y que pueden provocar problemas a la salud, a las tomas de agua, a los organismos que viven en el ambiente”, amplió el científico.

FuenteRDP
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