Juan Carlos Bertoni, presidente del organismo, explicó que el fenómeno, agravado por lluvias débiles desde diciembre, es la continuación «de la bajante que comenzó en 2020».

El presidente del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Carlos Bertoni, advirtió este miércoles que la situación actual en el río Paraná “es preocupante” por el bajo nivel de caudal existente, pero aseguró que es “sensiblemente mejor” que en los dos últimos años, aun cuando persiste la sequía y el faltante de lluvias en la región.

«En los últimos meses del año pasado tuvimos una cierta recuperación por algunas lluvias puntuales que se produjeron sobre la cuenca del río Iguazú, algo que se nota mucho en las cataratas, pero dura pocos días», explicó el ingeniero en diálogo con Télam Radio.
Sin embargo, aseguró que en términos generales «continúa la bajante que comenzó en marzo de 2020» ya que el volumen de agua «es poco y eso no hace que la situación en el Paraná cambie”.

«Lo que está pasando ahora, desde fines de diciembre y en lo que estamos transitando de enero, son lluvias muy débiles, algunas se producen en Brasil, pero muy pocas”, indicó el titular del INA. Bertoni agregó que persiste «una tendencia de sequía» que, por algunas semanas, mantendrá «un nivel en bajante en el río Paraná».

En cuanto a un supuesto vínculo entre la bajante del río e incendios en la zona, Bertoni sostuvo que «se podría pensar» que la situación de bajante producida por la sequía, las altas temperaturas y los vientos «contribuyen a la generación y la propagación de incendios».
Sin embargo, aseveró que «son pocos» los incendios que se inician por causas naturales y que «normalmente los incendios se inician por acciones del ser humano”.

Sobre los efectos de la sostenida bajante del Paraná, el funcionario manifestó que “cuando empezó se produjeron a lo largo de la provincia de Misiones y en algunos lugares de las provincias litoraleñas problemas de extracción de agua porque las bombas de extracción quedaron en vacío”.

Y concluyó: «Hoy en día puede ocurrir que cuando bajan los niveles aumenta un poco la turbiedad del agua y hay algún problema mayor para potabilizar el agua, la salinidad del agua”.

FuenteTélam
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