La organización católica recibe financiamiento internacional y tiene como referente a Emilio Perizzotti. En el caso de la menor de Garibaldi interpuso “objeción de conciencia” y alojó a la nena en un hogar religioso de nuestra ciudad.

El caso de la niña de 12 años que, tras ser abusada sexualmente por su padre, se encuentra embarazada y ya manifestó su voluntad de acceder a un aborto legal tiene por estas horas el foco puesto en la organización Grávida. En efecto, algunos de sus integrantes se acercaron a la menor y su madre, oriundas de Garibaldi (departamento Castellanos) para impedir que se realizara el procedimiento previsto para este lunes en el hospital Nuevo Iturraspe de nuestra ciudad. Esto ocurrió luego de conocida la noticia en el pueblo, donde un religioso se habría contactado con esta entidad.

Con sedes en todo el país, Grávida es una ONG católica que se presenta como “un servicio de acompañamiento para el fortalecimiento de la maternidad vulnerable en la República Argentina”. Esta entidad “provida” recibe financiamiento y apoyo del Comité para Intervención Caritativa a Favor del Tercer Mundo (CEI), la Comisión Episcopal de ADVENIAT para los pueblos de América Latina y el Caribe, Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) y del Subcomité de Obispos para la Iglesia en América Latina (USCCB).

Durante la víspera, en la sede de 9 de Julio 2663, donde se encuentra la «Casa Hermanas de Betania», fueron halladas la menor de 12 años y su madre gracias a un procedimiento policial y la intervención judicial. Según trascendió, Grávida antepuso su objeción de conciencia” y de esa forma impidió que se lleve a cabo la interrupción legal y voluntaria del embarazo. En las últimas horas, el gobierno provincial impulsó una medida de protección excepcional transitoria para “resguardar a la niña, garantizar sus derechos y escuchar su voz como sujeto de derechos”. De esta manera, se suspendieron los cuidados parentales de la madre.

A la luz de los hechos, la delegación local de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito emitió un comunicado que reza lo siguiente:

“…informamos que la niña oriunda de Garibaldi se encuentra en buen estado de salud, acompañada por los equipos del Estado que intervienen en la situación.

Repudiamos el accionar de la organización fundamentalista Grávida, que quiso obturar el derecho de la niña a la interrupción del embarazo. Exigimos que los organismos estatales investiguen si Grávida incurrió en la violación del Art. 47, inc. C. de la Ley Provincial 12.967 y su Decreto Reglamentario 619/10 y, de ser así, que se proceda a la implementación de las medidas correspondientes, inhabilitando sus instalaciones como ámbito de cuidados institucionales con alojamiento, considerando como situación suficientemente grave el haber puesto en peligro la salud de una niña.

A partir de estos hechos reclamamos que se avance hacia un Estado laico, que ponga atención y tome medidas concretas en relación al accionar de los fundamentalismos antiderechos que, a través de diversos métodos, buscan vulnerar los derechos de las personas gestantes.

En Argentina el derecho al aborto es ley y deben protegerse los derechos sexuales y de las infancias.

Insistimos en la plena implementación de la educación sexual integral y en la prevención de los abusos sexuales en la infancia. También llamamos a la reflexión sobre la necesidad de la perspectiva de género al momento de informar sobre hechos de estas características, que exponen la integridad y la intimidad de una niña”.

Detrás de Grávida

En Santa Fe, Grávida tiene una referencia en Emilio Perizzotti, hijo de Juan Calixto Perizzotti, quien fuera represor condenado por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar.

Entre esos delitos, se encuentra el aborto forzado al que fue sometida Silvia Suppo, quien había sido violada durante su detención. María Eva Aebi se había hecho pasar  por la hermana de Silvia y junto con Adolfo Farina la llevaron secuestrada a una clínica en la zona de la Costanera, donde un médico le practicó el aborto. Después la llevaron  al mismo centro clandestino donde había sido violada.

En 2015, Grávida se interpuso luego de la violación que había sufrido una nena de 12 años con discapacidad intelectual. La nena señaló a su padrastro como abusador. Tanto ella como su madre pidieron que se realizara un aborto, acorde al artículo 86 del Código Penal que avala la interrupción de un embarazo en caso de violación. En el hospital Iturraspe fue abordada por la psicóloga María Belén Catalano, que no trabajaba allí pero militaba para Grávida y convenció a la menor para que no

FuenteRDP
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