El concejal de Barrio 88 se refirió a los horarios de cierre de los bailes de Villa Dora y República del Oeste. Opinó que la norma es un avance, pero no expresa la voluntad de la sociedad.
Tras cinco horas de sesión, el pasado viernes el Concejo Municipal de Santa Fe aprobó la nueva ordenanza que regula la nocturnidad en la ciudad. Sobre el particular, se pronunció el edil de Barrio 88, Guillermo Jerez, quien destacó que “sobre los puntos conflictivos se pudo avanzar”. “El proyecto que envió el intendente Emilio Jatón resolvía algunos y dejaba abiertos otros. Los que generaron mayores conflictos tienen que ver con los bailes históricos. Eso fue lo que más debate originó. El proyecto del Ejecutivo decía que Villa Dora tenía que cerrar a las 2 de la mañana del lunes. Y también el baile de República del Oeste”, planteó el concejal hoy en su paso por ATP.
Finalmente, el horario de República del Oeste tiene como límite las 4 del domingo (noche del sábado) y “lo de Villa Dora quedó tal cual estuvo en la mirada del Ejecutivo”. En ese sentido, Jerez consideró que “el tratamiento que se le quería dar a los bailes fue muy distinto al que salió”. “Hubo una mirada de un sector de la dirigencia de Santa Fe en la que la cumbia, como un factor cultural, tiene un lugar. Y otra mirada, como es nuestro caso, en la que la cumbia es un vector muy importante de la identidad de los santafesinos y santafesinas que fue reducida por el texto que se aprobó”, adujo. En definitiva, los bailes se podrán realizar una vez por semana, en tanto bares y boliches deben cerrar a las 4.30.
En otro orden, el militante de Barrio 88 se refirió al mentado tema de los ruidos molestos. “Santa Fe tiene una ordenanza de 1992 que es totalmente obsoleta. En 2005 se sancionó otra ordenanza que es una norma más moderna que permite que las agencias del Municipio controlen y puedan medir los ruidos molestos”, señaló. A propósito, el concejal planteó que sobre la temática había “un déficit normativo y de gestión, que van de la mano”. Y sostuvo: “Lo que deja la norma que aprobamos es un rumbo que no resuelve el tema de los ruidos molestos. Dependerá del control, del seguimiento que hagamos desde el Concejo y del desempeño del Ejecutivo”, resumió.
De todas formas, Jerez evaluó que la nueva norma “es un avance, aunque no se cristalizó la voluntad política que había en el cuerpo legislativo que, en términos generales, expresa la voluntad de la sociedad”, opinó.