A la plantación de especies autóctonas se suma la poda sanitaria, que se completa de manera diaria y con personal municipal.
Desde enero pasado, la Municipalidad lleva adelante un plan de arbolado diseñado para poblar el ejido urbano con especies autóctonas y adecuadas para el lugar en que se ubiquen. La intención es aportar al ecosistema y mejorar la calidad ambiental, aumentando el bosque urbano de la capital provincial, base de la infraestructura verde.
El director de Gestión Urbana municipal, Matías Pons Estel, mencionó que “desde comienzos de año se plantaron 1740 árboles de 42 especies distintas, 55% nativas de Argentina y 45% exóticas, pero de buen comportamiento en arbolado público”.
Entre las plantaciones más importantes ya concretadas, se pueden enumerar la de los parques Garay y del Sur. En tanto, los trabajos se extendieron al bulevar Gálvez, las avenidas Aristóbulo del Valle y Alem, Camino Viejo, el cantero central de Berutti y la ciclovía que atraviesa General Paz. En cuanto a los barrios, figuran Yapeyú, Roma, Acería, Chalet y Liceo Norte. Y respecto de las plazas, se menciona la Pueyrredón, la de Alto Verde, el bulevar Muttis y la rotonda de Costanera Este.
“Hemos plantado en avenidas, en los grandes parques, en plazas centrales y en plazas de los barrios. Plantamos a pedido de los vecinos, en sus veredas y en obras que están en ejecución. También en escuelas, clubes, ciclovías y corredores verdes en proceso”, detalló el funcionario.
Las especies elegidas fueron, en su mayoría, lapachos rosados, palos borrachos, jacarandás, algarrobos, crespones rosados, aromitos, tuscas, guayacanes, talas, chañares, curupíes, ibirás pitás, paraísos, álamos y tipas, entre otros. Según se explicó desde el área de Arbolado Público, cada ejemplar se ubicó en el lugar más adecuado según las características del suelo y el entorno.
Con estas acciones se aporta “al bosque urbano, es decir, a la columna vertebral de la infraestructura verde urbana, compuesta por todos los árboles que hay en la ciudad”, evaluó Pons Estel. En el mismo sentido, analizó que “estamos transitando un cambio de paradigma que valora cantidad pero fundamentalmente calidad y proximidad de los ciudadanos a los espacios verdes. Entonces, debemos evolucionar de un bosque fragmentado estético y estático a un bosque integrado funcional y dinámico que brinde servicios ecosistémicos, incrementando la regulación climática y generando microclimas amables”.
Del mismo modo, el director insistió en que en la ciudad de Santa Fe el arbolado también colabora “con las altas temperaturas que tenemos durante el verano, reduciendo ruidos y reteniendo partículas contaminantes del aire”. Según explicó, “ecológicamente estamos generando posibilidades para incrementar la biodiversidad en la ciudad, conectando con nuestro entorno natural, dando continuidad al hábitat de las plantas y animales autóctonos, y construyendo la identidad local.
Por otra parte, la Municipalidad lleva adelante iniciativas conjuntas con instituciones, empresas y escuelas, a los efectos de multiplicar las especies que se colocan en cada sector. De este modo, el municipio se suma a plantar la misma cantidad de árboles propuesta por cada una de las firmas que participan.
La intención es articular acciones con asociaciones y organizaciones, impulsando las iniciativas ciudadanas. Las últimas actividades de este tipo se completaron en el Puerto de Santa Fe, junto al Ente que regula ese espacio, y el Parque “Juan de Garay”, con la escuela “Padre Osvaldo Catena”.