La pareja tenía pedido de captura desde febrero de 2020. Estaban alojados en un hotel de la capital chaqueña. Llegaron a manejar un cuarto del territorio de la ciudad de Santa Fe con el tráfico de drogas gracias a la connivencia con sectores de la policía local.

La Policía Federal de Resistencia detuvo este miércoles en la capital chaqueña a Claudio Casco, alias “Pulga” y a Lorena Melgarejo (“La Tía”) quienes estaban prófugos de la justicia desde febrero de 2020, cuando se los vinculó al aterrizaje de una avioneta narco en el departamento San Justo. Por ambos, se ofrecía una recompensa de un millón de pesos a quien aportase un dato que pueda dar con la dupla, aunque la detención fue el resultado de tareas de vigilancia que llevaron adelante en varios puntos de la región litoraleña pesquisas de la policía federal de Resistencia en conjunto con investigadores de la misma fuerza coordinados por el fiscal federal de Santa Fe Walter Rodríguez. El propio fiscal llevó adelante la investigación por el incidente de la aeronave. Ambos fueron detenidos en el Hotel Alfil, ubicado en intersección de Santa María de Oro y Moreno.

La dupla narco alternaba estadía en la capital chaqueña y la región, mientras se encontraban en Argentina, pero cada tanto cruzaban la frontera y pasaban un tiempo en Uruguayana, Brasil, ciudad fronteriza con Paso de los Libres, en Corrientes.

Melgarejo y Casco seguían en contacto permanente con la ciudad, y seguían de cerca sus negocios gracias a la cobertura que les daba –hasta hace un mes aproximadamente– el oficial de la policía santafesina “Martín”, quien en varias ocasiones alertaba en la pareja sobre cualquier riesgo, jugando un rol delictivo, al servicio de ambos. “Martín”, a quienes muchos pesquisas señalan como el verdadero gerente regional del negocio narco es mencionado en varias escuchas telefónicas ordenadas por la justicia provincial y federal.

Un golpe fuerte que afectó a la pareja fue el crimen de un hijo de crianza, “el Pandu” Joaquín Ojeda, asesinado por rivales de Casco y su mujer el 13 de marzo pasado en la puerta del boliche bailable La Loca, en Santa Fe. “Pandu” fue ultimado a tiros por un grupo liderado por Ariel “Cone” Mendoza, hoy preso en la cárcel de Coronda donde comparte pabellón con Abel “Quique” Leiva, otrora jefe de la barra de Colón. Lorena Melgarejo se hizo cargo de los gastos de sepelio de Ojeda, mientras por otro lado, los gatilleros de ambos bandos se juraron venganza.

El crimen de “Pandu” dejó en claro la posible participación de parte de la familia Bergallo en el negocio narco de la zona noroeste de la ciudad. Brenda Bergallo, pareja de “Cone” Mendoza, quedó presa luego de visitar a su novio en Coronda, donde arriesgó su libertad durante una visita de rigor, detrás de una peluca y maquillaje. Fue descubierta por personal penitenciario y puesta a disposición de la justicia provincial, en donde la fiscal Laura Urquiza la imputó por haber sido cómplice de los asesinos de Ojeda, el día del crimen a la salida del boliche.

Los Bergallo tuvieron parte de la plaza narco en el norte, a veces en sociedad con otros reconocidos delincuentes relacionados al mundo de la venta de drogas, como “Pato” y “Keko” Calderón (éste último asesinado en el verano de 2020) o “Pola” y “Puchinga” Almirón. Otras veces, disputaron a los tiros el control de los barrios Nuevo Horizonte, Cabaña Leiva, La Tablada, La Loma, San Agustín o Yapeyú. Desde hace un tiempo, el que asoma con fuerza en el rubro de la distribución es un tal “Javi”, quien en poco tiempo tuvo un crecimiento patrimonial extraordinario, que incluye, casas, locales comerciales, distribuidoras de alimentos, autos y hasta campos, según informaron fuentes confiables.

FuenteZona Crítica
Artículo anteriorAvenida Galicia será un nuevo paseo
Artículo siguienteEl Frente Progresista reclama que la ciudad reciba lo que corresponde por coparticipación