Lo expresó Mariana Ortigala, testigo clave de la causa que finalizó hoy, con la condena prisión perpetua para el jefe de una banda narcocriminal en Rosario.
El líder narco Esteban Lindor Alvarado (43) fue condenado este viernes a prisión perpetua por comandar desde la prisión una asociación ilícita dedicada a cometer homicidios, extorsiones, amenazas y balaceras contra edificios judiciales entre 2012 y 2019 en Rosario.
A propósito, Mariana Ortigala, testigo clave en la causa, sostuvo hoy en comunicación con ATP: “A Alvarado vengo denunciándolo hace 10 años tanto en la justicia federal como provincial. El tema que mis declaraciones nunca fueron tomadas seriamente, archivadas y comunicadas a él. Por eso mi familia recibió varios atentados”.
En ocasión de la acusación por el homicidio de Lucio Maldonado, hace unos tres años, “me encontré con los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra y empecé a declarar”. “El tema era que un policía trabajaba para Alvarado desde dentro de la propia fiscalía. Eso nos costó que casi nos maten nuevamente. Lo que declaré fueron 10 de conocerlo como persona. Ni mi hermano ni yo nunca pertenecimos ni a esa banda ni a ninguna. Lo conocíamos del río, de ir a veranear en Rosario, salíamos todos a pasear”, repasó Ortigala.
En otro tramo de la entrevista, la testigo se refirió al poder de Alvarado, incluso dentro de la cárcel. “Maneja esa estructura porque se lo permiten. Una docena de policías trabajaban directamente para él. Se probó que Esteban Alvarado elegía directamente los jefes de policía tanto en Santa Fe como en Rosario. Decidía lo que tenía ganas porque tenía un aval, una pata policial y una pata política”.
El fallo
El fallo, dado a conocer este viernes por el tribunal integrado por los jueces Alejandro Negroni, Patricia Bilotta y María Isabel Mas Varela en el marco de un juicio oral iniciado en los tribunales rosarinos en febrero pasado, alcanzó además a otros seis miembros de la banda enfrentada históricamente a la de «Los Monos», liderada por Ariel «Guille» Cantero, cuatro de los cuales también recibieron la pena de prisión perpetua.
Alvarado fue hallado penalmente responsable de ordenar el homicidio del prestamista Lucio Maldonado en 2018 y también por cinco hechos de lavado de activos, amenazas y balaceras a edificios judiciales como jefe de una asociación ilícita.
Igual pena de prisión perpetua fue dictada para uno de sus sicarios, Mauricio Laferrara, como coautor de dos homicidios y por integrar la asociación ilícita; y para Facundo Almada, Matías Horacio Ávila y Germán Facundo Fernández, como partícipes primarios del abanico de delitos por el que llegaron detenidos al juicio.
En tanto, otros dos enjuiciados, Miguel Graci Hazzi y Damiana Ghirardi, fueron condenados a cuatro años y ocho meses de prisión y tres años, respectivamente, por lavado de activos provenientes de los negocios ilícitos que regenteaba “El Esteban”, como es llamado Alvarado por sus secuaces.
A estos dos últimos, además se les impuso en total multas superiores a los 120 millones de pesos.
La lectura del veredicto se llevó a cabo en el Centro de Justicia Penal de Rosario, donde se montó un despliegue policial a pesar de que cada uno de los acusados asiste a la audiencia de manera virtual desde su lugar de detención, en el caso de Alvarado desde el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza.
Alvarado, quien cumplió una condena por robo de autos en la provincia de Buenos Aires, se constituyó entre 2012 y 2019 en uno de los más importantes actores del mundo narcocriminal de Rosario, según los fiscales el juicio Edery y Schiappa Pietra.
Enfrentado a la organización criminal narco liderada por la familia Cantero y conocida como “Los Monos”, Alvarado extendió su banda desde la cárcel mientras cumplía una condena a seis años y seis meses de prisión por robo de automóviles, explicaron los fiscales durante el juicio.