Así lo indica un informe del Inadi. Los ámbitos educativo y al laboral son los espacios más reiterados donde se sufrieron estos hechos.
Siete de cada 10 personas sufrió situaciones de discriminación y el racismo estructural es uno de los principales tipos de discriminación sufrida por los argentinos, que encontró al ámbito educativo y al laboral como los espacios más reiterados donde se sufrieron estos hechos, según la tercera edición del Mapa Nacional de la Discriminación desarrollado por el Inadi.
Entre los puntos más salientes del relevamiento, el organismo identificó que:
– El 72% (más de 7 de cada 10) de la población sufrió situaciones de discriminación a lo largo de su vida, mientras que en la anterior edición, en 2013, representaban el 65%.
– Mientras que en 2013 solo un 12% de la población consideraba a la discriminación como una vulneración de derechos, en 2019 la cifra trepó al 36%, lo que da cuenta de un aumento en la incorporación de «la mirada de la discriminación como una negación de un derecho».
– Más del 80% de los jóvenes de entre 18 a 29 años aseguró haber padecido estas situaciones y un 53% de quienes tienen de 60 a 74 años dijo haber vivido algún tipo de hecho discriminatorio.
– Los principales ámbitos en los que las personas experimentaron discriminación son el educativo, con el 41%; el laboral, con el 26%; y en la vía pública con el 18%.
– El racismo estructural es uno de los principales tipos de discriminación sufrida por los argentinos con un 40%, seguido por las corporalidades diversas, con un 38%, la ideología y el género.
– La «situación de pobreza» es el principal motivo discriminatorio en las provincias de Chaco, Salta, Santiago del Estero y Tucumán.
– La dimensión de género, en esta nueva edición del estudio, se incrementó al 12% de las experiencias sufridas a nivel general y 21% si solo se consideran las respuestas de las mujeres encuestadas.
– La identificación de las redes sociales como espacios de ámbitos discriminatorios creció «notoriamente», lo que alerta sobre lo que la población consideró «un entorno hostil donde circulan discursos de odio, noticias falsas y una suerte de cultura del odio (haters)».
– Frente a estas discriminaciones, las personas encuestadas consideraron que el Estado debe accionar, principalmente, incorporando el tema en las escuelas y realizando más campañas de difusión, y en menor medida dictando nuevas leyes que penalicen la discriminación, aplicando multas y/o sanciones y ampliando las instituciones donde denunciar.