De esa forma, la activista gorda Florencia Alegre, dio cuenta de su experiencia y de qué manera operan los mandatos sociales sobre los cuerpos. Este sábado será parte de una charla para prevenir y erradicar la gordofobia.
“Estrategias para prevenir y erradicar la gordofobia” es el título de una charla que se llevará a boca el sábado próximo, a las 19, en Demos (9 de Julio 2239, Santa Fe) con entrada libre y gratuita. La moderación estará a cargo de Macarena Candela, de Prisma Colectivo Feminista. Y expondrán María Florencia Alegre, activista gorda; Mercedes Estruch, coordinadora Anybody Argentina; Florencia Marinaro, ministra de Igualdad, Género y Diversidad y Paula Saini, delega de INADI Santa Fe. Previo al encuentro, Alegre ilustró que la “gordofobia es el rechazo que se les tiene a las personas gordas, son todos los preconceptos negativos que se forman en torno a la gordura y lo que eso implica en todas las personas gordas y en todas las personas de la sociedad”.
En diálogo con ATP, la activista hizo hincapié en que “vivimos en una sociedad en la que estamos viendo cómo está el cuerpo el otro”. En el caso de las mujeres, “la presión es mayor por la cuestión estética”. “Me encontré con el activismo gordo hace tres años. Es un movimiento que en Estados Unidos viene desde los años 60. Cuando era chica y hasta que empecé a encontrar el activismo gordo, me odiaba, no me gustaba mi cuerpo. Recuerdo ser chiquita y rezar para encontrarme en otro cuerpo, llorando. Todos mis deseos de cumpleaños fueron gastados en ser más flaca”, relató. Y resaltó: “La realidad es que las mujeres estuvimos dispuestas a hacer cualquier cosa con tal de bajar de peso. Cualquier cosa se acepta con tal ser flaca”.
En este marco, Alegre no dejó de remarcar “de qué manera se conciben las corporalidades” mientras la globalización fue moldeando determinados tipos de feminidades.