Lo sostuvo Daiana Alexis Travesani, autora de libro “Me proclamo Disca, me corono renga”, en el que repasa su vivencia como persona con discapacidad en una sociedad cargada de barreras y mitos.

En 2016, Daiana Alexis Travesani recibió el impacto de una botella en la puerta de un bar en Rosario. El hecho –que quedó impune– motivó que durante un largo tiempo debiera llevar adelante una recuperación de su cuerpo que le cambió absolutamente su vida, habida cuenta que el impacto generó que se debiera reconstruir su cerebro con una prótesis. Hoy, desde las 19, presentará su libro “Me proclamo Disca, me corono renga” en el hall de la Legislatura Provincial. Previamente, en contacto con ATP, comentó que la obra está formada por poesías, ilustraciones, el relato de “cómo llego a ser disca”, “relatos políticos y militantes y otros que cuentan la historia de la discapacidad”.

“Cuando me reincorporé a la vida social, me encontré con un montón de barreras arquitectónicas. Y ya no se me podía pensar de la misma manera como se me pensaba antes. Ya no se me concebía de la misma manera ni en la corporalidad, ni en la sexualidad, ni en la identidad. La cabeza me estalló literal y simbólicamente”, definió Travesani. Y agregó: “Fue muy fuerte darme cuenta que empezaba a pertenecer al colectivo de las personas con discapacidad y ser una identidad disca. Fue muy fuerte darme cuenta cómo nos criamos como sociedades invisibilizando a las discapacidades, cómo yo era parte de eso y reproducía un montón de nociones peyorativas y negativas que son nocivas para las personas con discapacidad”, fundamentó.

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