Hoy, el Día Internacional de la Mujer, las consignas se centran en el rechazo al pago al FMI y a la igualdad de género a raíz del cambio climático. En nuestra ciudad, la marcha central parte a las 17 desde la plaza San Martín hacia la plaza 25 de Mayo.

Bajo la consigna “La deuda es con nosotras y nosotres”, hoy se lleva a cabo una nueva jornada de lucha en el marco del Día Internacional de la Mujer. En nuestra ciudad, la actividad central se desarrollará a partir de las 17 con una marcha que partirá desde la Plaza San Martín hacia la Plaza 25 de Mayo donde se desarrollarán actividades artísticas y se leerá el documento que reúne las voces de los diferentes colectivos feministas y de las diversidades sexuales.

La fecha conmemorativa remite al 8 de marzo de 1857, cuando 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, luego de declarar una huelga con permanencia en el lugar de trabajo. Ellas exigían la reducción de la jornada laboral, un salario igual al que percibían los hombres que hacían las mismas tareas y mejores condiciones laborales. Ante esta postura, el dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para que las trabajadoras depusieran su actitud y abandonaran la fábrica. Pero el resultado fue fatal: todas las obreras murieron en el interior del lugar presas del fuego provocado.

A lo largo del tiempo, se sucedieron distintos momentos clave para la historia de la lucha de mujeres, como fueron la batalla en torno al sufragio. En efecto, en 1910, se desarrolló la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en Copenhague. El tema central fue el voto universal para todas las mujeres, y por moción Clara Zetkin, líder del “levantamiento de las 20 mil”, se proclamó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en homenaje a las mujeres caídas en la huelga de 1908.

Este año, se suma a la protesta un tema trascendental para estos tiempos: el cambio climático. Es por ello que uno de los lemas es “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible». “La información más reciente de la que disponemos nos ha permitido entender que existe un vínculo fundamental entre género, equidad social y cambio climático y reconocer que, sin igualdad de género hoy, el futuro sostenible y equitativo seguirá estando fuera de nuestro alcance”, expresaron desde la ONU.

“Las personas que, actualmente, se ven más afectadas por el cambio climático (mujeres, niñas y comunidades marginadas) deben participar en el diseño y la aplicación de la respuesta contra el cambio climático para garantizar la distribución igualitaria de los beneficios”, continuó el organismo internacional.

En el plano nacional, esta vez otro motor de lucha es el rechazo al pago de la deuda al Fondo Monetario Internacional (FMI). Desde Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumula), se exaltó el pedido “al gobierno nacional no avanzar en acuerdos que históricamente han profundizado las desigualdades e inequidades sociales”. Por eso, “las estafas no se pagan. Investigación de la deuda y suspensión de los pagos”.

“Hoy, importante cantidad de hogares son encabezados por nosotras, mujeres, como principales proveedoras de ingresos, con trabajos mal remunerados, en condiciones de precariedad. Solas debemos garantizar alquiler, transporte, alimentos, educación, salud, etc. y además hacer frente a inflación para sostener nuestros hogares”.

“Asimismo, persisten las brechas respecto a los varones en el ámbito laboral así como la ausencia de reconocimiento del trabajo de reproducción social (doméstico y de cuidado).

También somos las que más padecemos la falta de empleo, más aún si somos jóvenxs, las más pobres y a quienes nos ponen mayores obstáculos para el acceso, permanencia o crecimiento en los ámbitos educativos y de capacitación”, continúa el documento de Mumalá. Y finaliza: “Estas condiciones también son las que perpetúan las violencias, siendo la dependencia económica una de las principales causas que impide a las mujeres separarse de los agresores. Necesitamos desandar el proceso de feminización de la pobreza que crece en la Argentina y que se profundizó con la pandemia”.

En concreto, las consignas de la lucha de este 8 de marzo se centran en igual salario por igual trabajo; cupo e inclusión laboral trans, sin discrecionalidad; reconocimiento económico para el trabajo comunitario; reconocimiento para los trabajos de reproducción social (domésticos y de cuidado) y trabajo digno.

Además, se sostiene el grito Ni una Menos y se reclama la declaración de la emergencia nacional en violencia de género “con presupuesto acorde y ejecución del mismo, con políticas federales y provinciales de abordaje de las masculinidades, con asistencia socioeconómica para mujeres y disidencias en situación de violencia que se efectivicen con celeridad y transparencia (programas Articular/ Trabajar y Potenciar Trabajo en Violencia de Género), con patrocinio jurídico gratuito y reforma de la justicia con perspectiva de género, con inversión en dispositivos electrónicos para varones”.

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