Lo expresó Daniela Qüesta, intendenta de Santo Tomé, en virtud del delito que se traslada de Santa Fe hacia la vecina ciudad y la necesidad de fortalecer la presencia policial. También demandó inversiones en obras de infraestructura que exceden las arcas locales.

Con un alto nivel de contagiosidad, la tercera ola de la Covid 19 impactó a la región y, en particular, en el caso de Santo Tomé afectó la prestación de los servicios debido a que “mucho personal fue cayendo” (por las infecciones y las ausencias). “La semana pasada pudimos volver a completar las 12 dotaciones de recolección de residuos. En tres semanas tuvimos 100 personas aisladas”, expresó la intendenta de Santo Tomé, Daniela Qüesta, en declaraciones a ATP.

Por otra parte, la jefa municipal de la vecina ciudad sostuvo que “mientras tengamos esta estructura tributaria a nivel nacional y provincial, las obras medianas y grandes de todos los municipios de segunda categoría requieren recursos de otras jurisdicciones”. “El problema de Santa Tomé no es de vacas flacas de ahora. La gran diferencia que tuvimos, sobre todo con Miguel Lifschitz como gobernador, teníamos una cantidad de obras ya aseguradas y eso nos permitió multiplicar nuestra capacidad de acción”, argumentó y acotó que desde su gestión se apunta a combinar, con el plan Incluir (antes, Abre), obras relativas al agua e iluminación. “No es que los municipios necesitan de la provincia para hacer –aclaró–. Ahora, si queremos hacer en términos de progreso que requiere el siglo XXI y en los niveles que necesita el vecino”, remarcó en relación la “infraestructura básica” que se necesita en los barrios, lo cual demanda otro volumen de inversión. “Lo que se le demanda al Estado municipal es más y seguimos con las mismas estructuras de recursos”, definió.

Otra problemática crucial para Santo Tomé es la seguridad. Al respecto, Qüesta explicó: “Tenemos los problemas que tienen las ciudades pegadas a los grandes centros urbanos. Cada vez que se pone difícil la situación provincial, el gobernador convoca a Santa Fe y a Rosario. En esas mesas no estamos las ciudades que estamos alrededor”. Frente a ese planteo, “cada vez que se refuerzan estrategias de prevención o de persecución del delito, el delito se traslada a los lugares periféricos”, subrayó. En ese orden, admitió que el cambio de ministro (de Marcelo Sain por Jorge Lagna) “generó mayor accesibilidad al Ministerio, pero seguimos con la comisaría 12 atestada de presos y es un problema que se tiene que resolver”. En ese contexto, la intendenta aseguró que se logró mayor cantidad de caminatas policiales en las avenidas, a pesar que comerciantes y barrios “tienen serios problemas” en materia de inseguridad. “Se necesita es una inyección de personal y recursos que no se ha visto. No queremos ser ciudades de segunda categoría con problemas de las grandes ciudades”, sintetizó a la hora de reclamar la mirada de la Casa Gris hacia las localidades que circundan las grandes urbes.

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