Pablo Landó, de Ni un pibe menos por la droga, reflexionó sobre el caso de la cocaína adulterada que provocó las muertes de al menos 20 personas en la provincia de Buenos Aires. Apuntó a la responsabilidad del Estado a la hora de controlar.

A raíz de lo sucedido en provincia de Buenos Aires en torno a la cocaína envenenada, que se cobró las vidas de al menos 20 personas y tantas otras hospitalizadas, surgió el debate sobre el consumo de estupefacientes y la responsabilidad de los Estados en la materia. “Es una noticia desgarradora. El enfoque equívoco o, intencionalmente, parcial sobre la problemática. Y este no es un tema particular del Conurbano bonaerense. Esto se podría dar en cualquier barrio de nuestra ciudad o de Rosario, donde el narcomenudeo se ha desarrollado exponencialmente”, evaluó Pablo Landó, de Ni un pibe menos por la droga.

En su paso por ATP, el militante social reclamó el accionar de la dirigencia política y observó que el tema central es el narcotráfico. “Y por otro lado, están los millones de pibes que están hoy en un contexto de vulnerabilidad muy grande. Eso es terreno fértil para que se desarrolle este negocio”, acotó. En paralelo, hizo hincapié en la “cultura consumista”. “Cuando se combina el desarrollo del narcotráfico, la vulnerabilidad de la población y la cultura tóxica consumista se da una ecuación adictiva que tiene como resultado una pandemia social de consumo de sustancias psicoactivas”, explicó.

A esto se añade, que “tenemos un Estado con políticas públicas que llega siempre tarde”. “Hay subestimación del problema, inoperancia y complicidad”, opinó Landó. Y fue más allá: “El tema de fondo es que no se controla. Por falta de decisiones políticas, Argentina no tiene control. Según la ONU, Argentina es la tercera exportadora mundial de cocaína en los últimos 10 años”. A propósito, alertó que desde los Estados “no hay mensajes que se opongan al consumo de la población, las políticas públicas tienen que dar mensajes sobre la preocupación por los niveles de consumo porque las consecuencias pueden ser estas o pibes que, gradualmente, van destruyendo sus vidas”, definió.

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