Patricia Chialvo, secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia de Santa Fe, explicó de qué manera el Estado debe intervenir cuando los niños y niñas sufren malos tratos en sus hogares.

El asesinato de Lucio, cometido en La Pampa, impactó en la agenda pública. El niño, de cinco años, recibió golpes que terminaron con su vida, luego de haber sido atendido cinco veces en tres meses por presentar lesiones, algunas de ellas de gravedad, según informaron fuentes judiciales de esa provincia. Sobre las implicancias del caso, Patricia Chialvo, secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia de Santa Fe, expresó: “A diario no terminamos nunca de sorprendernos de las cosas terribles que les pasan a los chicos. No se puede terminar de comprender que los propios progenitores y familiares sean capaces de estas atrocidades”.

En declaraciones a ATP, la funcionaria detalló que, a partir de disposiciones nacionales y provinciales, “cada municipio y comuna tiene que contar con su servicio local de niñez y puede tomar las primeras medidas ante alguna situación peligrosa”. El segundo nivel está constituido en la esfera provincial. “Cuando intervinimos –explicó– significa tomar medidas de protección excepcionales y separar a los chicos del grupo familiar”. A la luz de lo trascendido en torno al caso de Lucio, “esto no ha pasado con el sistema de protección”. Además, “el Código Civil aprobado en 2015 ya quita la figura de patria potestad. Lo que se da ahora es la responsabilidad parental compartida. Si los padres se ponen de acuerdo, los chicos permanecen determinada cantidad de días y horarios con cada uno de los progenitores. Si no hay acuerdo –continuó–, esto se dirime en los Tribunales de Familia”.

Dicho de otra forma, si la situación de violencia llega al segundo nivel “no corresponde que esté con la familia y no hay otro familiar”. En lo que respecta a Lucio, “evidentemente, había maltrato físico y el padre está diciendo que ha hecho reclamos”.

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