El local Gente que No y los comensales reunidos en su patio fueron víctimas del lanzamiento de objetos peligrosos, desde un balcón de un edificio superior, durante el viernes y el sábado pasado. Julián Gunno, propietario del local, detalló lo sucedido.

Botellas con agua congelada, como proyectiles, cayeron hacia el patio del bar Gente que No desde los balcones de los edificios superiores, en bulevar Gálvez al 1400. El hecho tuvo lugar el viernes por la noche y, de inmediato, comenzó a ser noticia a través de las redes sociales. Allí, además de personas adultas, se encontraban niños y niñas. El aparente malestar de los vecinos que cometieron estas intimidaciones criminales tiene como contracara que el espacio del bar se encontraba habilitado y en cumplimiento con las normas vigentes. Como si fuera poco, el sábado se repitieron los mismos actos.

En diálogo con ATP, Julián Gunno, propietario del local, comentó este lunes que “el viernes, a las 21.45 contamos más de 10 botellas que tiraban del edificio. La gente entró en pánico. Hirieron a un chico en la mano y a una chica en la cintura. Hubo destrozos varios en la parte edilicia”. Luego de buscar refugio para los comensales, se realizó la denuncia correspondiente en la comisaría tercera.

Cuando “el asombro” no había terminado, ya el sábado, durante una prueba de sonido, “pasa lo mismo con botellas de hielo”. En ese contexto, Gunno aclaró que “el 90% de ese edificio se solidarizó con nosotros y nos apoyó. Me encantaría poder justificarlo, pero genera miedo, vértigo. Sería triste que Santa Fe se quede sin otro lugar cultural”, lamentó y recalcó la “impunidad del asesino, porque no lo puedo llamar de otra manera”.

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