Pablo Mainer, integrante de Hablemos de Bullying, recalcó que las redes sociales complejizaron la problemática e hizo hincapié en el mensaje que brindan los adultos a niños, niñas y adolescentes. ¿Qué pasó en tiempo de pandemia?

Pablo Mainer, integrante de Hablemos de Bullying y candidato a concejal por el Frente Progresista, destacó que “este es el segundo año desde que Unesco estableció esta fecha, el primer jueves de noviembre de cada año, para hacer un llamado a docentes, instituciones, familias y especialistas en tecnología para prestar atención a cómo se relacionan los niños y adolescentes mediante internet”. En efecto, hoy se conmemora el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, incluido el Ciberacoso.

En paralelo con la fecha, la problemática “se viene complejizando con las redes sociales”. “En pandemia vivimos que gran parte de la educación pasó a ser virtual. El lema de este año es prestar más atención al cyberbullying”, indicó el miembro de la ONG. Y agregó: “Los estudios prepandemia hablan que un 80% de los casos de cyberbullying tienen un origen en lo presencial. Es decir, son niños o adolescentes que se conocen de algún lado. Con la pandemia, al pasar ser todo virtual, no hay números para saber si ha aumentado. Pero el vínculo se ha generado en esos espacios, los casos de bullying han sido en esos ámbitos”, explicó Mainer.

A su vez, resulta clave el rol del y la docente. “Porque se ha visto desbordado en situaciones de clases por zoom, por plataformas. Siempre decimos que es importante que el adulto observe y detecte. Y con plataformas es mucho más difícil”, expresó. Ya en el caso del ciberacoso, “las redes complejizan la problemática porque hay situaciones de anonimato, se pierden filtros (como algo que no se haría de forma presencial). Hay impunidad en redes”. Al respecto, el militante hizo hicanpié en poder trabajar en “una ética digital”. “Psicológicamente, está comprobado que los niños aprenden mucho por imitación. Si ven a un papá o una mamá que se ríen de alguien y lo reenvían (en redes), ¿cuál es el mensaje que estamos dando? Muchas veces los adultos se preocupan por la cantidad de tiempo que los niños están en las redes, pero no por qué hacen. Hay que ver la calidad de ese tiempo”, adujo.

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