Se trata de Rodolfo Mingarini. En su veredicto, adujo: “No puedo relacionar y entrar en la lógica de colocarse el profiláctico para tener esta relación cuando tiene que estar sometiendo a la víctima”.

En las últimas horas, la noticia recorrió el país a la luz del escándalo que implica en un contexto de lucha por los derechos de las mujeres y disidencias para ponerle fin a la violencia machista. En efecto, el juez Rodolfo Mingarini de los Tribunales de Santa Fe dejó en libertad a un hombre que fue denunciado por violación bajo el argumento de la colocación del preservativo.

La historia de este magistrado se remite a marzo de 2020, cuando le otorgó la libertad a la espera del juicio a un hombre investigado por quemar a su pareja con agua hirviendo en Santo Tomé no dando lugar al pedido del Ministerio Público de la Acusación (MPA) que solicitaba prisión preventiva por considerarlo autor de lesiones graves calificadas por el vínculo y por violencia de género.

Ahora Mingarini dejó en libertad a un imputado por abuso argumentando: “No puedo relacionar y entrar en la lógica de colocarse el profiláctico para tener esta relación cuando tiene que estar sometiendo a la víctima. Es posible que haya habido esta relación no consentida, es posible, pero no tenemos suficiente evidencia para considerarla probable”.

Mingarini que desestimó los exámenes de medicina legal que dan cuenta de lesiones compatibles con un abuso sexual y material biológico del hombre en la escena valoró que el denunciado se haya presentado a la justicia.

Desde la mesa Ni Una Menos de Santa Fe se expresó: “Hemos denunciado a estos jueces una y otra vez. Estos que desconocen la normativa en relación con la violencia de género y a su deber como funcionarios judiciales de garantizar nuestra seguridad y la protección de nuestros derechos. Nos revictimizan, refuerzan estereotipos, mandatos, roles, conductas que perpetúan este delito y lo que es peor, otorgan impunidad a quienes lo cometen”.

“¿Qué debemos hacer nosotras/es desde el movimiento? Damos el mensaje de que hay que denunciar, que ninguna de nosotras debe ser violentada, que los violentos no deben contar con nuestro silencio, pero cuando lo hacemos jueces como Mingarini ponen en duda nuestra palabra y protegen a los violadores. Con jueces as, los victimarios no necesitan ni abogados defensores. Es tal la soberbia y la impunidad que hasta se niegan a ser capacitados conforme a la Ley Micaela”.

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