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Así lo indica el último relevamiento de Mumalá. Desde el inicio del año se suman 94. El 63% de los asesiantos fue cometido por parejas o ex parejas.

En vísperas del 3 de Junio, día en que los feminismos y diversidades sexuales alzan el grito de Ni una Menos desde 2015, cuando se realizó la primera movilización en reclamo de medidas que eviten la violencia de género y los femicidios, un nuevo relevamiento de Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana. Feminismo Popular, Federal y Disidente) habla de una realidad que no deja de ser compleja.

Efectivamente, el Registro Nacional de Femicidios, Femicidios Vinculados, Trans/Travesticidios y Lesbicidios que realiza la organización indica que, desde el 1 de enero hasta el 30 de mayo de 2021, se registraron 143 muertes violentas de mujeres, travestis y trans. Lo que implica una muerte violenta de mujeres, lesbianas, travestis y trans en la Argentina cada 25 horas.

De ese total, 94 fueron femicidios, femicidios vinculados y trans- travesticidios; en tanto, 22 muertes violentas asociadas al género estuvieron vinculadas a economías delictivas o colaterales (narcotráfico, venganzas, deudas, etc.) y robos. Asimismo, 21 muertes violentas de mujeres están en proceso de investigación (esperando autopsia y peritajes) y seis femicidas se suicidaron.

Los 94 femicidios –registrados en el transcurso del año– suponen uno cada 38 horas. A su vez, este total se conforma por 75 directos; cuatro vinculados de niñas/mujeres; seis vinculados de niños/varones; cinco vinculados de niños/varones por interposición en el hecho violento y cuatro trans/travesticidios.

Los intentos de femicidios fueron 140 y 95 niñas, niños y adolescentes quedaron sin madre.

Las provincias que presentan mayor tasa provincial de femicidios son Santiago del Estero, Neuquén, La Rioja, Formosa y Tucumán. El país posee una tasa nacional de 0,35 femicidios cada 100 mil mujeres (en base a la población estimada al 2021 por el INDEC, según proyecciones elaboradas en base al Censo Nacional de Población y Viviendas 2010).

Sobre el vínculo entre la víctima y el victimario, las tendencias se ratifican: el 63% de los femicidios fue cometido por parejas o exparejas; el 14% fue cometido por hombres conocidos por la víctima; el 5% fue cometido por hombres familiares directos de la víctima; el 7% fue cometido por hombres familiares indirectos de la víctima; el 3% de los femicidios fue cometido por hombres desconocidos por la víctima y el 8 %, sin datos.

En el 37% de los casos, las mujeres fueron asesinadas con arma blanca; en el 22%, con arma de fuego; el 17% a golpes; el 8% fueron quemadas; el 8% fueron asfixiadas y el 8%, con otras modalidades.

Sobre las denuncias y medidas judiciales, Mumalá precisó que el 25% de mujeres víctimas de femicidios había denunciado a su agresor previamente. Y el 16% tenía orden de restricción de contacto o perimetral y el 2% botón antipánico. Así también, el 71% de los femicidios fueron cometidos en la vivienda de la víctima o en la vivienda compartida. Otro dato relevante radica en que el 14% de los femicidios fue cometido por personas de las fuerzas de seguridad (policías, militares, servicio penitenciario, ya sean activos o retirados), y en el 31% de los femicidios cometidos por armas de fuego, se utilizó un arma reglamentaria.

El 13% de los femicidas tenía antecedentes penales de violencia de género.

El relevamiento de Mumalá se lleva a cabo partir del análisis y monitoreo de medios digitales y gráficos de todo el país, buscadores, sistema de alertas, seguimiento de organizaciones, portales especializados en género, feminismo, DDHH y policiales/forense.

 

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