Así lo dijo el investigador del Conicet Hugo Aimar, quien explicó un modelo matemático que proyecta estadísticas para nada alentadoras en cuanto a contagios en el departamento La Capital. Piden la suspensión de la presencialidad y el homeoffice en la administración pública. “Algo que frene la curva de inmediato es prácticamente imposible”, dice un especialista.

El panorama es sombrío, un informe de investigadores del Conicet recomienda aplazar las clases presenciales y que los agentes de la administración pública cumplan las tareas desde su casa.

Se trata de una nueva proyección que está actualizada con datos recogidos hasta el 26 de abril.

En el departamento La Capital las estadísticas sobrepasan el peor panorama previsto por investigadores santafesinos.

La gráfica ilustra las previsiones hasta el 15 de mayo y utilizan el Modelo Kofman-Bergonzi.

Sin cambios en el comportamiento social y sin medidas drásticas que impliquen la suspensión temporal de la presencialidad escolar el escenario que nos espera es el que describe la curva roja, aunque durante la última semana los datos son aún peores.

Una medida de suspensión temporal podría consistir en un adelanto de las vacaciones del invierno.

La curva negra corresponde a un aumento del 25% del coeficiente R0 asociado a retornos a actividades sociales en ámbitos de baja aireación.

La curva verde, en cambio podría atenuar el impacto de una manera importante, pero para lograrla hace falta sumarle a los cuidados individuales y sociales, medidas de los gobiernos: suspensión de presencialidad escolar o anticipo de vacaciones, trabajo domiciliario para todo el personal de todas las administraciones públicas que puedan realizar sus tareas desde plataformas virtuales.

Hugo Aimar, doctor en ciencias matemáticas e investigador del Conicet, dijo en el programa televisivo Apto para Todo Público que “algo que frene la curva de inmediato es prácticamente imposible, no lo lograron las sociedades mejor entrenadas, y nosotros no estamos muy entrenados”.

Agregó que “hay algunas cosas en las que pareciera que nuestra sociedad ya saturó, hay mucha gente que abandonó el barbijo, y muchas cosas que había aprendido el año pasado, justo ahora que hace más falta que nunca”.

También manifestó que “la gravedad reside en que tengamos que armar carpas en el predio del Liceo, y además que estemos saturando la mano de obra de nuestros enfermeros y enfermeras, médicas y médicos son héroes por lo que están haciendo”.

De mismo modo, hipotetizó que “si cada uno se queda con su entorno y piensa que en los restaurantes no se contagia, en las escuelas lo mismo, y los colectivos también, entonces cuando empezamos a desagregar llegaríamos a la conclusión de que no existe el covid, el problema es la circulación social”.

Aimar analizó que “cuando la curva se manifiesta lineal es más controlable, pero si se vuelve hacia arriba estamos en problemas, nos está diciendo que algo pasó en febrero que debe ser una dinámica superior al millón de personas”.

Por último, concluyó que “tenemos que estar dispuestos a pensar que no es un fracaso cerrar”.

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