El cálculo surge de la comparación de la evolución de los salarios con la de la canasta básica total.
El poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras disminuyó un 8% en los últimos 12 meses, tal como surge de comparar la evolución del índice de salarios y la canasta básica total (CBT), ambos elaborados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El dato fue dado a conocer por la Fundación Libertad y Progreso, en la presentación del último Índice de Pobreza de los Trabajadores (IPT), que en enero de este año (último dato oficial) mostró que “los trabajadores se han acercado a la línea de la pobreza en un 0,1% con respecto al mes anterior y un 8% con respecto a enero 2020”.
“Esto implicó, por ejemplo, que una familia con ingresos en torno a los 50 mil pesos perdiera 8,8% de poder de compra de la CBT respecto de enero de 2020 y 13,1% respecto a la Canasta Alimentaria (CBA), respecto de enero de 2020”, indicó la entidad.
Sobre este tema, Aldo Abram, director ejecutivo en la Fundación Libertad y Progreso, explicó: “Es preocupante lo que se observa en el índice de pobreza de los trabajadores porque, en definitiva, lo que está marcando fundamentalmente es el impacto del impuesto inflacionario sobre los ingresos de aquellos que encima tienen la suerte de tener trabajo”.
Para el economista, “el empobrecimiento surge de la necesidad del BCRA de quitarle poder adquisitivo a los pesos que cobramos los argentinos para transferirlo al gobierno y que éste pueda gastar de más”, una situación que “pega más en los sectores mientras más bajos ingresos tienen y que son los que menos posibilidades tienen de defenderse de la inflación”.
Asimismo, como la mayor parte de su patrimonio es en moneda local, eso hace que “gran parte de ellos pasen a estar debajo de la línea de la pobreza”.
Por su parte, la economista de la fundación Natalia Motyl remarcó que en el segundo semestre del año pasado “la pobreza ha alcanzado al 42% de las personas” y esa situación empeoró en enero de este año según el IPT, que “sólo mide el empobrecimiento sufrido por quienes tienen trabajo y sólo tomando como parámetro su ingreso”, es decir que el deterioro sería aún mayor si se consideraran a los desocupados y subocupados.
“La disyuntiva que marcó el oficialismo entre salud o economía no hizo más que agravar el entramado social de los trabajadores argentinos que hoy ven como sus condiciones de vida se ven alarmantemente perjudicadas”, agregó Motyl.
El deterioro del poder de compra de los trabajadores es mayor si se analizan períodos más prolongados y al respecto LyP señaló que en comparación con octubre de 2017, momento en que se registró la mayor recuperación de los salarios en relación con la canasta básica antes de la crisis de 2018, “podemos ver una corrosión de más de 25 puntos porcentuales”.
Por otra parte, Libertad y Progreso comparó los precios en dólares de una serie de productos de consumo popular en la Argentina, Uruguay y Chile, para llegar a la conclusión que el deterioro salarial en el país no es responsabilidad de “los grandes formadores de precios” sino de los bajos salarios.
En ese sentido, indicó que un litro de leche cuesta 78 centavos de dólar en la Argentina y Uruguay y 1,14 dólar en Chile, el kilo de carne 6,50 dólares en la Argentina, 8,10 dólares en Chile y 9,50 dólares en Uruguay, en tanto la diferencia es mucho mayor en el caso de la docena de huevos: 1,40 dólar en la Argentina, 2,30 dólares en Uruguay y 2,90 dólares en Chile.
“Las diferencias residen en realidad en el poder de compra, mientras que un trabajador argentino percibe (al tipo de cambio oficial) US$ 460; un trabajador chileno, US$ 649 y un uruguayo US$ 599”, detalló.