Se trata del abogado Roberto Vicente. Desde ADUL pidieron que se abstenga de toda intervención, desde el Programa de Derechos Humanos y desde el Consejo Directivo de la FCJS. Quiso enviar un mensaje de whatsapp, se equivocó de destinatario y expuso su pensamiento sobre los actos armados para conmemorar un año más del golpe de Estado.

La Asociación de Docentes de la Universidad del Litoral exigió a la UNL respeto por los organismos de derechos humanos y el apartamiento de Roberto Vicente del programa de derechos humanos. Se trata de quien fuera Secretario de Justicia y Derechos Humanos también de la provincia en las gestiones de Hermes Binner y Antonio Bonfatti. Actualmente, es titular de la cátedra de Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL.

Según un comunicado emitido por el gremio, el martes 23 ingresaron dos notas, una dirigida al rector de la UNL, Enrique Mammarella, y otra al Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Es a raíz de un escándalo generado por una mala maniobra de Vicente para enviar mensajes de whatsapp.

“Junto al Foro Contra la Impunidad y por la Justicia, solicitamos que se aparte al Abog. Roberto Vicente de sus funciones en el área de los derechos humanos como representante de la UNL”, expresaron desde el gremio.

Las presentaciones se realizaron en función de que consideran que Vicente “dejó en claro la subestimación y rechazo que tiene por la labor de los organismos de derechos humanos locales y a nivel nacional, así como un pensamiento estigmatizante y denigrante respecto de quienes tienen un enfoque crítico de aquel que él suscribe partidariamente. Por lo tanto, solicitamos a las autoridades de la Universidad que renueven las representaciones políticas de la UNL en sus líneas de acción sobre derechos humanos”.

Las razones que llevaron a ADUL presentar este pedido son entre otras que el 4 de marzo en una reunión programada de la Comisión del Espacio de Memoria ExComisaría 4ta y uno de los temas acordados, fue que, dada la necesidad de distanciamiento por la pandemia, igualmente se lleven adelante las actividades de memoria en los espacios públicos de la ciudad, con la colocación de pañuelos blancos. En ese sentido, ADUL se comprometió a través de su representante que esa y otras actividades que involucren a la casa de Estudios se iban a tratar en la Comisión de Memoria para la UNL. Esa instancia cuenta con representación de los distintos estamentos y del Foro contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe.

Al día siguiente, el abog. Roberto Vicente, quien participó como representante de la UNL, produjo su informe sobre lo tratado en la reunión y aparentemente, tenía intenciones de enviarlo por whatsapp sólo a la otra representante de la UNL en la Comisión, la abog. Rocío Giménez. Pero en lugar de ello lo envío al grupo de comunicación de toda la Comisión.

Eso produjo que inmediatamente sea comentado, “y más allá que intentara disculparse, era triste conocer la realidad de su pensamiento tan retrógrado, prejuicioso, sectario, estigmatizante y de desprecio al trabajo de la Comisión y a la tarea de muy importantes organismos de derechos humanos, dejándonos en claro que era infructuoso e inaceptable compartir tareas significativas con él”, dice ADUL.

En los mensajes de audio mal enviados por Vicente, expresa que “la Comisión pretende ser pluralista, pero ‘son todos funcionarios del gobierno, claro, no me jodan’. Además que el trabajo de la comisión se reduce a gente ‘que se hablan entre ellos ‘.
También se refirió al representante de sindicatos en la Comisión, quien a su vez es el secretario de derechos humanos de ADUL. “Ni siquiera tiene idea de lo que defiende, este es uno de los grandes problemas que tiene ese pibe”, dijo Vicente en uno de esos mensajes.

Lejos de medirse, Vicente también dijo: “quieren meter pañuelos blancos en la Universidad, hay que tratarlo con las autoridades de la UNL porque la Universidad es un espacio pluralista. A lo mejor, puede ser tengamos algunos pañuelos en el hall del rectorado, como para decir una cosa así. También hay que cuidarse porque en una de esas nos quieren traer a la Bonafini o a la Carlotto”.

En este irreversible marco, ADUL pidió que “el abog. Vicente se abstenga de toda intervención, desde el Programa de Derechos Humanos y desde el Consejo Directivo de la FCJS, sobre el proyecto que hemos promovido de nombrar ‘Madres de Plaza de Mayo’ a un aula de esa facultad. También solicitamos que la UNL no le renueve la confianza para el desempeño de funciones políticas universitarias sobre derechos humanos, como lo es la Dirección del Programa de Derechos Humanos de la UNL ni la representación institucional en ámbitos como la Comisión participativa de Memoria en la UNL”.

 

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