La cartera conducida por Felipe Solá manifestó que Argentina espera que se lleven adelante «investigaciones prontas» que sean «exhaustivas, independientes, imparciales y transparentes» respecto a «las alegaciones de violaciones a los derechos humanos».
Tras la polémica generada por la postura del embajador argentino ante la OEA (Organización de Estados Americanos), Carlos Raimundi, el presidente Alberto Fernández instruyó a la representación ante la ONU que apoye «con fuerza» el informe realizado por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, sobre la situación en Venezuela, así como también respaldará planteo para que se instale una misión permanente en Caracas para «encaminar soluciones apropiadas».
«Nuestro país mantendrá su liderazgo en la defensa global de los derechos humanos y sostendrá los principios de paz y resolución política de la crisis venezolana», subrayó la Cancillería, de cara al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
A través de un comunicado y con el objetivo de revertir la postura que había planteado Raimundi días atrás en la OEA, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto anticipó que la Argentina «valorará y apoyará con fuerza el trabajo realizado por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas Michelle Bachelet».
«En ese marco, instamos al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela a cooperar plenamente con el Consejo y todos sus mecanismos, y a implementar íntegramente las recomendaciones hechas por la Alta Comisionada en sus informes», remarcó el Palacio San Martín.