Así lo dijo Federico Piva, propietario de un gimnasio en barrio Roma, acerca de los encuentros que mantienen con las autoridades. Están clamando por volver a abrir las puertas de sus lugares. Piden un cambio de políticas frente a la pandemia.
Desde el sector de los gimnasios el grito es cada vez más desesperado: “estamos muy complicados, muchos gimnasios cerraron sus puertas de manera definitiva, ni hablar de los clubes, la pandemia nos afectó a todos de una manera democrática”, dijo Federico Piva, del Gimnasio boxer al programa televisivo Apto para Todo Público.
“Nuestro sustento son las cuotas que vamos cobrando día a día, en los gimnasios no hubo contagios, y pasa lo que en la mayoría de los lugares protocolizados, es decir se puede seguir un caso de contagio, entonces no hay que castigarlos, lo que no estaría pasando con los movimientos informales que no se pueden controlar”, sostuvo.
“Vamos a tener que aprender a convivir con el virus, no podemos pensar que mágicamente aparecerá una vacuna y todos nos vamos a salvar, este enfoque está fracasando, Argentina está entre los países que por cantidad habitantes está entre los más contagiados, o sea que no está funcionando bien y encima estamos catigados aquellos rubors que podemos trabajar bien”, sugirió.
“Es tiempo de que se tomen decisiones políticas inteligentes, y si esto no funcionó, tengan la suficiente grandeza y empatía con la gente de probar de otra manera, cada vez que se prohibe se fomenta la actividad informal”, concluyó.
Consultado acerca de cuáles son las respuestas que reciben del gobierno, dijo que “nos dicen palabras vacías, slogans, marketing político, no nos escuchan, creo que estamos perdiendo el tiempo en explicar porqué los gimnasios deben estar abiertos”.
Mencionó que “quienes elegimos estos trabajos nos gusta ganar nuestra plata, no nos gusta deberle nada a nadie, si no ganamos no ganamos y si nos va bien aprovechamos, entonces todas estas medidas aleatorias no nos ayudan cuando tenemos los negocios cerrados”.
También manifestó que “me hablan de 15 días como si fuera algo gratuito para nosotros, pero es un certificado de muerte, y sumale que estamos en la temporada que hubiera sido alta”.
En cuanto a si el sector tiene pensado manifestarse, Piba sostuvo que “lo más difícil para la gente que trabaja en el día a día es que no está acostumbrada a hacer marchas, piquetes o tirar bombas, a quemar cubiertas, no razonamos de esa manera, no somos violentos, no cortamos calles, pero no queremos eso, queremos trabajar y vivir de nuestro trabajo”.
Po último, indicó que “hay mucha gente que está desilucionada con las medidas que se tomaron sin consulta, jamás tuvimos una charla con la secretaria de salud”.