Está en manos de la Legislatura el proyecto que habilita el autocultivo con fines medicinales. Las organizaciones sociales apuntan a garantizar un acceso seguro, informado y barato.
Mientras la provincia y la ciudad de Santa Fe han dado grandes pasos para la habilitación del cultivo de cannabis con fines terapéuticos, en Entre Ríos también se presentaron propuestas en la misma sintonía. “Esperamos que les legisladores puedan plasmar en la norma el espíritu que carga este proyecto que prevé solucionar una situación de inaccesibilidad y falta de garantías. Muchas personas lo hacen en la actualidad sin la información que requieren y con costos altísimos”, planteó Tabaré Echeverría, de la Agrupación Paranaense de Agricultores Cannábicos (APAC).
En comunicación con Apto para Todo Público (ATP), el militante hizo hincapié en despejar los obstáculos que se presentan para “muchas personas que se ven obligadas a recurrir al mercado negro y con pocas certezas; además del claro riesgo de criminalización”.
“Tenemos la ley 27.350 que empezó con la idea del autocultivo y al momento de ser reglamentada, el gobierno anterior decidió dejar fuera el autocultivo, cosa que fue un reclamo histórico de la organizaciones para acceder al cannabis de forma soberana”, destacó.
Al ser consultado sobre la prosperidad del proyecto en la Legislatura entrerriana, Echeverría mostró sus dudas. “Entendemos que hay una voluntad de avanzar por parte del bloque mayoritario en la Cámara baja, de parte del bloque Creer. Pero va a depender de cómo se dé el debate. Las organizaciones esperamos que se respete el espíritu de la esta ley –insistió– que busca resolver el problema identificando cuál es y generando el acceso a un derecho humano fundamental”.
En tal sentido, el integrante de APAC enfatizó la necesidad de “legislar sobre una situación nacional, pero esperamos que pueda ser un respaldo para las personas que necesitan al cannabis”. “Sabemos que los preparados del cannabis muchas veces son excesivamente caros y es necesario acceder de la forma más segura, informada y barata posible para la democratización de la medicina cannábica”, fundamentó.