Así lo dijo José Luis Ambrosino, titular del Movimiento Los sin Techo que ayer firmó un convenio con el gobierno provincial para la construcción de 200 viviendas en la capital de la provincia. En Santa Fe, actualmente hay 1600 ranchos.
Ayer, el gobernador , Omar Perotti, la ministra de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat, Silvina Frana, y el titular del Movimiento Los sin Techo, José Luis Ambrosino firmaron un convenio para la construcción de 200 viviendas en la ciudad de Santa Fe.
Perotti: “Nos comprometimos por una Santa Fe sin ranchos y en esa dirección vamos”
Sobre el tema, el dirigente social, dijo en diálogo con el programa televisivo Apto para Todo Público que «es bueno para la gente y para nosotros porque hubo continuidad entre las dos administraciones en torno al mismo problema, la erradicación de ranchos en Santa Fe es asumida como una política de estado del gobierno de turno».
Agregó que «es una aspiración muy grande, el actual gobernador tiene un lema que es ‘ No más ranchos en Santa Fe'».
En cuanto a estadísticas, adujo que «los datos que tenemos es que en Santa Fe hay 1600 ranchos, no es una tarea fácil, es complicado por la zona en la que se encuentran los terrenos, pero hemos pasado tantas adversidades que no nos asusta».
Comentó que «ofrecimos la posibilidad de erradicar dos ranchos por día, si llegamos a hacer 400 ranchos por años, estaríamos controlando la radicación de viviendas populares».
Ambrosino especificó que «el promedio de radicación es un rancho por día, real o virtual, a veces no se hace porque las personas viven hacinadas».
También explicó que «nuestra técnica es que a las viviendas las construya la gente, nosotros somos directores técnicos, el gobierno pone los materiales, desde la confección de bloques hasta los pozos negros, paredes, reboques pinturas, es una experiencia muy buena».
Consultado acerca del modo en el que se establecen las prioridades para los y las beneficiarias, dijo que «para la construcción se tiene en cuenta un protocolo para dar un orden de necesidad, ese procedimiento tiente cuatro aspectos: la cantidad de años que vive en el barrio, la cantidad de hijos, si tiene jefe o jefa de familia, gente enferma y discapacitados».
Del mismo modo, mencionó que «en barrio Loyola sur se erradicaron todos los ranchos, sólo se hicieron algunos hace poco tiempo, pronto comenzaremos la tarea en barrio Las Lomas».
En cuanto a la regularización de la situación dominial, Ambrosino dijo: «ni bien comienza la construcción se le entrega una posesión precaria a los propietarios hasta la regularización del dominio».
En cuanto a la titularidad de la propiedad, el mecanismo es que «la mujer es la que se hace cargo de todo, siempre, en el 99% de los casos los niños quedan con su mamá que se hace cargo de su educación y todo, entonces para que esos chicos no corran riesgos, la mamá es la propietaria de la casa en forma precaria, y también es para que la fuerza del hombre no pueda hacer que la mujer abandone esa propiedad».
En cuanto a los proveedores del movimiento «están en consonancia con la situación, porque el Estado por ahí se demora, como en cualquier situación, pero nos facilitan los plazos».
Finalmente, dijo: «nuestro probema fundamental es destruir el crecimiento de la pobreza quebrándola, como decía el padre Rosso, significa que cuando el papá o la mamá no está, el chico pueda vivir en una casa digna».