Se trata de un título en el cual se expone un medio absolutamente repudiable y peligroso para establecer un vínculo amoroso o sexual con otra persona. ¿Qué dicen los profesionales al respecto?
Hace pocos días una de las plataformas de películas por streaming puso a disposición del público el film 365 Dni.
Se trata de una película polaca de 2020 dirigida por Barbara Białowąs, pseudo basada en la novela del mismo nombre de Blanka Lipińska, la cual es la primera de una trilogía conformada por 365 Dni (2018), Ten Dzień (2018) y Kolejne 365 Dni (2019).
La película no tardó en alcanzar una buena perfomance, obviamente impulsada por el aparato publicitario de la misma plataforma que la ofrece.
Sin embargo también suscitó mucha polémica debido a que plantea una historia de amor, pero en realidad lo que el o la espectadora encontrarán son situaciones de violencia que arrancan con un secuestro de una mujer, por parte de un hombre, por el lapso de una año, para que esta se enamore de él.
A todas luces, el desequilibrio más allá de la ficción provoca rechazo en muchas personas.
La psicóloga, terapeuta gestáltica y sexóloga Silvia Musso habló con el programa televisivo Apto para Todo Público y despejó algunas nubes que pueden aparecer a la hora de sentarse frente a la pantalla.
«Todo bien con la película, todo bien con el libro, no es ninguna objeción a que este tipo de cosas se hagan, ni que se filmen estas películas, ni que se escriban estos libros, estas historias ficcionadas existieron siempre, pero es necesario reflexionar sobre qué nos erotiza, eso es el nudo de esta trama, lo mismo que ocurrió con ’50 Sombras de Grey'», comenzó.
«Tengo una postura política tomada sobre estas películas y libros, que es no verla y no leerlo porque no quiero para nada erotizarme con este tipo de escenas, ni abonar económicamente a este tipo de mercado», profundizó la profesional.
«Esta no es una historia de amor, es una historia de sometimiento porque si alguien te secuestra por un año es una locura, pero qué sucede cuando la historia es ficcionada y no es real, y está filmada y contada de una manera que nos erotiza o conmueve emocionalmente, pero por lo que es la ficción y no por lo que es la historia», diferenció Musso.
«El lugar de la cosificación es impresionante, pero si la miramos nos va a calentar por la forma en que se presentan las tomas, los roces, la música hacen que se despierte el erotismo, frente a una historia que es terrible, es lo mismo que erotizarnos con una historia de violación o un crimen», explicó.
Consultada acerca de los comportamientos en adolescentes después de mirar este tipo de films o leer este tipo de libros, dijo «no recomiendo este tipo de ficciones, pero eso no quiere decir que no las pueda ver nadie».
Por último, mencionó que «sí me parece que para una persona que se está formando y que también está formando su mapa cerebral amoroso, o sea el patrón del amor que vamos generando a nivel neuroquímico, o sea lo que nos excita, nos apasiona o lo que nos empieza a gustar, o sea, sí hay que empezar a prestarle atención a estas cosas».