Es el grito de la Mesa de Ni Una Menos, al cumplirse hoy cinco años de su primera movilización. A través de un contundente documento, se insiste en el reclamo en relación con los femicidios y travesticidios, el trabajo, la educación sexual y el aborto legal. También se enfatiza en el impacto de la pandemia.

Al cumplirse hoy cinco años de la primera movilización bajo la consigna Ni Una Menos y debido a las condiciones de aislamiento que impone la pandemia del Covid en nuestro país, el colectivo feminista y de diversidades sexuales organizó actividades de manera virtual. No obstante lo cual, se conoció el documento que pone sobre relieve la urgencia de la declaración de la emergencia por violencia de género. Una demanda que se repite hace tiempo ya a la luz de los datos en torno a femicidios y travesticidios. A continuación, los tramos más relevantes de la proclama de este 3 de junio:

El 3J del año 2015, nació el movimiento Ni Una Menos, un movimiento que logró extenderse en todo el mundo. Ese año se sucedían brutales femicidios y travesticidios: entre otros, el de Lola en un balneario de Uruguay, el de Ángeles Rawson en el mes de mayo y no salíamos del horror cuando en el mismo mes ocurrió el de Chiara Páez, adolescente embarazada de 14 años que fue asesinada y enterrada por su novio en Rufino, en nuestra provincia.

El 3J de ese año todas las plazas del país se colmaron bajo la consigna Ni Una Menos, Vivas y Libres Nos Queremos. Y continuamos ocupando el espacio público ante cada femicidio, femicidio vinculado y travesticidio, y cada vez que un derecho es vulnerado por el género nos convocamos en marchas, actos, asambleas, acampes y talleres.

Este 2020 nos encuentra atravesades por el ASPO (Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio) debido a la pandemia por Covid 19. Este virus vino a agudizar un sinfín de contradicciones ya instaladas en el sistema capitalista y patriarcal. Mientras algunos gobiernos desconocen la cuarentena y obligan a cada vez más personas a salir a las calles en las peores condiciones, con sistemas de salud colapsados, los contagios y las muertes crecen. Esto puede verse en diversos países, como en Estados Unidos o Brasil, epicentros de la pandemia. Pero la avanzada represiva, racista y criminal está siendo combatida por enormes movilizaciones por los derechos sociales, civiles y por la defensa de la propia vida en todo el mundo.

En este contexto las mujeres, lesbianas, travestis, transexuales, transgéneros, bisexuales, no binaries y cuerpas feminizadas están obligades a convivir con sus depredadores.

Así, en Argentina la violencia hacia las mujeres y disidencias aumentó durante la pandemia. Las cifras hablan por sí mismas: han aumentado casi un 50% los llamados a la línea 144 y se registra casi un femicidio, travesticidio o transfemicidio por día. Pero la violencia también se expresa en la miseria social, en los despidos, la precarización laboral, las suspensiones y las rebajas salariales; en el teletrabajo y la sobreexplotación; en el cuidado de mayores y menores. En el aborto clandestino que no deja de crecer. En la violencia doméstica, económica e institucional: fenómenos que tienen en la primera línea a las mujeres y disidencias.

Políticas de cuidado

Somos las mujeres y disidencias les que sostenemos en más de un 85% las tareas de cuidado. El cuidado es un trabajo; requiere de financiamiento y requiere de un tiempo. Y en este día tan especial, es sumamente necesario e importante destacar el trabajo que hacen las mujeres y disidencias, referentes de los barrios populares. Son elles quienes se pusieron la pandemia al hombro. Son les que bancan las ollas populares y son les que forman las redes de contención para su barrio y les que reclaman al Estado y los gobiernos.

Son las mujeres y las disidencias, quienes han sostenido con coraje y creatividad la reinvención de los mecanismos de la economía social y popular.

Son las mujeres y las disidencias, que están en situación de prostitución quienes arriesgan sus vidas para llevar un plato de comida a sus casas por la falta de políticas públicas. Son elles quienes  sufren, con más crudeza, la cuarentena.

Son elles quienes se han quedado sin el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) y sin la tarjeta alimentaria, por la apropiación que hicieron de estos beneficios sus parejas. Y son las mujeres, disidencias y niñas y niñes con discapacidad, quienes no pueden acceder a esta ayuda por tener pensiones no contributivas.

Son elles quienes han estado sometidas a una convivencia permanente y obligada con sus agresores, abusadores y violadores; y las que han visto también, cómo se les otorgaba prisión domiciliaria a muchos de ellos.

Queremos políticas públicas con perspectiva de género acordes al contexto de Covid 19, que no nos dejen atrapades en el círculo vicioso de la pobreza, el encierro, y el sometimiento a extensas jornadas de trabajo;  que implican la cuestión laboral y el cuidado de adultes mayores y de niñes.

Que les niñes no tengan vulnerados sus derechos al no tener espacios de integración social sin instituciones que puedan escuchar y contener.

Que el Estado dé una respuesta real al cuidado de las mujeres y personas trans adultas mayores. Teniendo presente que la mayoría de estas últimas, no cuentan con apoyo familiar.

Por eso exigimos: ampliación de recursos y refuerzos para garantizar el cuidado real de las mujeres y disidencias en la cuestión socio-sanitaria.

Ni Una Ramona menos en la historia de nuestras vidas. ¡Ramona Medina presente!

Reclamos aborales

En el contexto de la pandemia creció la miseria social y la explotación laboral. Los gobiernos acuerdan rebajas salariales y permiten despidos, mientras nuestros salarios valen cada vez menos y son atropellados todos nuestros derechos. El teletrabajo aumentó las horas laborales en condiciones penosas: no hay acceso equitativo a internet ni a los insumos necesarios. Les docentes son las únicas que garantizan el acceso a la educación, trabajando a destajo para poder hacer llegar los contenidos a les alumnes. Les trabajadores de la salud están expuestes al virus sin elementos personales de protección, sin presupuesto y bajo la amenaza del descuento de los días de paros, como expresó el Secretario de Trabajo de la Provincia, días atrás.

Por eso reclamamos:

La deuda es con nosotres: no al pago de la deuda.

Inmediato cese de despidos y suspensiones.

Por la reincorporación de todes les trabajadores despedides.

Apertura de paritarias justas, libres y sin techo.

Salario igual a la canasta básica.

Defensa de la cláusula gatillo.

No a la precarización en el Estado. Pase a planta permanente ya.

– Que se grave a los capitalistas y no a les trabajadores, que se defienda el bien común y no la renta patronal.

Acceso a la vivienda, el trabajo digno y a la salud, para víctimas de violencia de género y disidencias.

– Exigimos en todo el país el 82% móvil para las jubilaciones y el 75 % móvil para las pensiones.

– Jubilación para las trabajadoras sin sueldo.

Educación sexual para decidir

Durante la pandemia, la educación se desarrolla hegemónicamente en la virtualidad, sin contemplar las desigualdades de acceso a las tecnologías y conectividad que nos atraviesan.  Nos preocupa cómo desarmar las fronteras que impone el confinamiento obligatorio, en cuanto a la decisión política de garantizar la transversalización de los contenidos pertinentes a cada nivel educativo; como así también, cuáles son los dispositivos que reemplazan la palabra y la escucha para que niños, niñas, niñes y adolescentes puedan pedir ayuda si están atravesando abusos o maltratos en su hogar.

Anticonceptivos para no abortar

Para las mujeres y personas con capacidad de gestar, sostener su salud sexual y reproductiva en tiempos de aislamiento obligatorio es clave, porque afecta y define su bienestar general y sus proyectos de vida.

Exigimos que la Provincia garantice la continuidad de programas y el acceso efectivo a la diversidad de métodos anticonceptivos, contemplando que las mujeres y personas con capacidad de gestar no concurren de la misma forma a los centros de salud como referencias territoriales. Las prácticas preventivas como los anticonceptivos deben estar disponibles, sin obstáculos, sin requisitos irrazonables o barreras administrativas que sólo recargan al sistema de salud y disuaden a las personas de la importancia de su uso y regularidad.

Del mismo modo que no deben interrumpirse las ligaduras tubarias post parto, ni el acceso y la continuidad de los tratamientos de hormonización para las personas trans.

También debe garantizarse, con los protocolos pertinentes, el respeto de la Ley de Parto Humanizado.

Aborto legal para no morir

El aborto es una prestación esencial de salud. Los servicios deben organizarse para minimizar las demoras en la atención en cuanto a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE). El Protocolo Provincial en este sentido, es claro con respecto a los plazos y garantías necesarias.

Por lo tanto exigimos, que se organicen los servicios para evitar demoras que ponen en riesgo la vida y las decisiones autónomas de las mujeres y personas con capacidad de gestar.

La prioridad es la provisión de atención segura a las mujeres y personas con capacidad de gestar, incluyendo aquellas quienes son casos sospechosos o confirmados de COVID.

Exigimos que se garanticen las ILE (Interrupción Legal del Embarazo), en el Hospital Cullen e Iturraspe en la ciudad de Santa Fe, fundamentalmente en el tercer nivel de atención.

No queremos más objetores de conciencia y obstacularizadores de prácticas al frente de las direcciones y jefaturas de todos los efectores públicos de salud en la Provincia de Santa Fe.

No a los embarazos forzados.  ¡Son niñas no madres! Obligar a una niña a parir y gestar es tortura.

Seguiremos en pie de lucha hasta la aprobación de la Ley de Interrupción Legal del Embarazo en el Congreso Nacional,  otra deuda de la democracia.

A 11 años de la desaparición de Natalia Acosta

Muchas mujeres, travestis y mujeres trans son impulsadas a la prostitución ante la falta de oportunidades. En plena pandemia y como único sustento económico, se perpetúa esa situación, con lo que surge el reclamo de asistencia económica para paliar la misma, pero también la ejecución de políticas públicas de inclusión por parte del Estado.

En estos días se cumplieron 11 años de la desaparición de Natalia Acosta, la seguimos buscando. Sabemos que la muerte del único imputado hizo que se cayera el juicio que estaba previsto. Pero la causa sigue en investigación con diferentes hipótesis, siendo una de la más probable que Natalia haya caído en una red de trata con fines de explotación sexual. Seguimos esperando respuestas por parte de la Fiscalía N°2.

Sin clientes no hay trata.

Cárcel y castigo a proxenetas, tratantes y cómplices dentro y fuera del Estado y en la Justicia.

Cumplimiento de la Ley N° 26 842.

Ni Una Natalia menos en la historia de nuestras vidas ¡Natalia Acosta presente!

Solidaridad con Lucila y Valeria

Expresamos nuestra solidaridad con las compañeras Lucila Puyol y Valeria Silva, integrantes de la NUM y militantes de los derechos humanos, víctimas del espionaje por parte del gobierno de Macri.

Exigimos que la justicia ponga en funcionamiento todas sus herramientas para que ante situaciones de violencia, accedamos al patrocinio gratuito y que se juzgue con perspectiva de género, diversidad y derechos humanos.

Justicia patriarcal es violencia institucional.

Solicitamos que la Ley Brisa, que contempla  la reparación económica  para hijes de víctimas de violencia de género, sea otorgada con la urgencia que amerita.

Reclamamos la capacitación en perspectiva de género para todes, en todos los niveles y poderes del Estado.

Cumplimiento de la Ley Micaela Ya.

Demandamos la reglamentación y cumplimiento del Cupo Laboral Trans/Travesti Ya.

Cumplimiento del cupo laboral para les personas con discapacidad. Reclamamos incluir la variable de discapacidad en todas las políticas públicas.

Pedimos que sea debatida y aprobada en forma inmediata la Ley de Paridad.

Sin mujeres no hay democracia.

Femicidios y travesticios

Reiteramos la definición elaborada por el mecanismo de seguimiento de la Convención de Belén do Pará en la «Declaración sobre el Femicidio» en el año 2008: “cada femicidio es un femicidio de Estado»; y sostenemos también “cada travesticidio es un travesticio de Estado”.

Cuando decimos que para la violencia machista no hay barbijo que nos proteja, denunciamos la persistencia de un sistema de opresiones y desigualdades que nos arrebata la vida  de nuestras hermanas y hermanes asesinades, por quienes seguiremos reclamando justicia.

Desde el 1 de enero hasta el 31 de mayo de este año, se registraron 145 femicidios y travesticidios en nuestro país.

En nuestra provincia hay compañeras que ya no están:

El 8 de enero, en Villa Constitución, Florencia de 27 años.

El 8 de enero, en Rosario, Antonella de 22 años.

El 13 de enero, en Rosario, Yanina de 26 años.

El 18 de enero, en Alejandra, Gabriela de 33 años.

El 19 de enero, en Santa Fe, Daniela de 41 años.

El 24 de enero, en Villa Gobernador Gálvez, Marisa de 44 años.

El 27 de enero, en Humboldt, Noelia de 37 años.

El 4 de febrero, en Rosario, Dora de 63 años.

El  7 de febrero, en Rosario, María Isabel 73 de años.

El 11 de febrero, en Rosario, Daiana de  26 años.

El 11 de febrero, en Rosario, Agostina de 22 años.

El 16 de febrero, en Rosario, Florencia de 21 años y su beba Chelsi de 1 año.

El 16 de febrero, en  Las Toscas, Gladis de 43 años.

El 2 de marzo, en Santa Fe, Claudia de 45 años.

El 13 de marzo, en Santa Fe, Graciela 63 de años.

El  18 de marzo, en Rosario, Débora de 30 años.

El  23 de marzo, en Pueblo Casas, Verónica de 31 años.

El 31 de marzo, en  Villa Italia, Romina de 39 años.

El 21 de abril, en  Rosario, Alicia de 74 años.

El 12 de mayo, en Godoy, Raquel  de 82 años.

El 16 de mayo, en San Justo, Dominga, 69 de años.

Nuestra lucha no está en cuarentena

Ni Una Menos es una consigna que se convirtió en grito, lucha y movimiento de transformación.

Ni Una Menos son nuestras voces que se hicieron carne y cuerpa en cada territorio, en cada calle, en cada lugar de trabajo, en cada plaza, en cada barrio, en cada casa, en cada espacio de estudio, de activismo y militancia.

Ni Una Menos es una marea cargada de sentido y sororidad.

Ni Una Menos es una afirmación de rebeldía contra el patriarcado, que protagoniza la fuerza  y el poder de un colectivo fundado en nuestra historia,  y en la construcción de un presente y de un horizonte de vidas libres de violencias, dignidad y justicia genéricas.

Ni Una Menos somos nosotres y somos juntes.

Nuestros derechos no están en cuarentena. Nuestra lucha no está en cuarentena. Cinco años de ni una menos. Vivas, libres y sin miedo nos queremos.

A cinco años de la primera marcha Ni Una Menos

FuenteRDP / Mesa Ni Una Menos Santa Fe
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