Durante la cuarentena, la Municipalidad continúa con actividades adaptadas a las posibilidades de acceso a internet de quienes se inscribieron este año.
La Escuela N° 1225 “Ceferino Namuncurá” abrió sus puertas para un encuentro entre el equipo docente de Somos Música y familiares de niñas y niños que en marzo se inscribieron para ser parte del programa de Orquestas para las Infancias de la Municipalidad. Hasta esa institución de barrio Yapeyú se acercó también el intendente Emilio Jatón, quien conversó con ellos y participó de la entrega de instrumentos y material didáctico impreso que permitirá mejorar las condiciones de enseñanza.
Teniendo en cuenta que la cuarentena impidió que comenzaran los encuentros presenciales en los ocho ensambles de Somos Música, 91 chicos no contaban hasta ahora con el instrumento para poder practicar en casa y, en muchos casos, tampoco tenían las partituras y ejercicios impresos. En cada hogar el acompañamiento de los docentes se dio en estos meses de diferentes maneras, adecuando la estrategia al hecho de que solo el 55% de los niños accede a internet y existen muchas variables a tener en cuenta si se consulta por el uso de dispositivos.
En atención a esas diferentes realidades se brindó la opción de realizar clases virtuales a través de plataformas, o enviar por whatsapp videos y audios con actividades, con el objetivo de acompañar a las familias y mantener el vínculo con los chicos, que esperaban con ansiedad el inicio de las clases y ensayos en grupo.
Luego del encuentro, el secretario de Educación y Cultura municipal, Paulo Ricci, señaló que “durante toda la semana vamos a estar en los ocho establecimientos educativos en que funciona el programa Somos Música, entregando los instrumentos para que los chicos y chicas puedan practicar, ensayar y aprender”.
En Yapeyú se entregaron 14 instrumentos y 40 cuadernillos. “El espacio de ensamble, de reunión, de sonar todos juntos con los otros niños y niñas que participan del programa es lo que no puede suceder actualmente porque no podemos tener clases presenciales ni reuniones de grupos grandes. Estamos intentando con los docentes del programa que los chicos sigan aprendiendo a tocar sus instrumentos y las canciones que volverán a tocar juntos cuando pase la cuarentena”, agregó Ricci. Y destacó que “nos parece más que importante que los chicos no pierdan la práctica, que no pierdan el contacto con el instrumento y con los contenidos pedagógicos, siempre con el acompañamiento de los docentes”.
“Entusiasmado”
Sheila, mamá de Bastián, un niño de 8 años que se llevó una trompeta en préstamo a casa, dijo que su hijo está “muy entusiasmado”. “El año pasado en la escuela tocaba la trompeta y el clarinete, también en el programa Somos Música. Era muy raro para nosotros porque dejó fútbol, karate y todo para tocar la trompeta”. La mamá también reveló que antes de recibir el instrumento, “practicaba con una bombilla el tema del viento; quiere ser profesor de instrumentos de viento”.
Por su parte, Flavio Gilli, director del ensamble de esa escuela, indicó que todos los chicos estaban esperando llevar el instrumento a su casa para practicar. “El programa Somos Música funciona con tres materias principales: audio perceptiva, el instrumento y banda. En la banda tratamos de enseñarles valores como respeto y compañerismo. Como director trato de unificar la sonoridad de los instrumento pero lo principal es que puedan pasarla bien”.
Según dijo, algunos profesores están dando clases en línea o por videollamada con distintas metodologías. “Yo hice un tutorial en youtube para que vean determinados ejercicios, otros que dan clases por whatsapp. Hicimos una impresión de cuadernillos en el que están conectados los instrumentos”.
En ocho barrios de la capital
Esta instancia se concretó también en la Parroquia Jesús Resucitado, de Alto Verde; y en la Escuela Nº1317 Juan Manuel de Rosas, de barrio El Pozo; en la Escuela Nº27 Gálvez, de Cabaña Leiva; y continuará hasta el viernes en las demás instituciones que forman parte de Somos Música: en el Centro Comunitario Corazón de María, de Santa Rosa de Lima; en la Escuela N°18 Falucho, de Barranquitas; en la Escuela N°38 Brigadier General Estanislao López, de Guadalupe Oeste; y en la Escuela N° 1255 Malvinas Argentinas, de Las Flores.
En estos días se entregarán en total 67 instrumentos de cuerdas y 24 vientos, para quienes no lo tenían todavía; y 300 cuadernillos de material didáctico seleccionado por docentes del programa, para el espacio de formación en instrumento y el de Lenguaje Musical. Junto con los instrumentos, se entregan también los accesorios que requieren para su utilización y mantenimiento: resinas para las cuerdas, cañas para clarinetes y saxos, aceite para trompetas y trombones, entre otros.
Para poder realizar estos encuentros se hicieron gestiones con el Ministerio de Educación de la provincia, directivos de las escuelas; y referentes de la parroquia y el centro comunitario. En cada uno de los espacios las personas son citadas previamente con turno, se disponen las medidas necesarias para garantizar el distanciamiento social y recursos para la higiene de manos y objetos.
Fortalecer e innovar
Este programa comenzó en 2007, con el nombre SOS Música, para llegar con una propuesta de educación musical e integración social a niñas, niños y adolescentes de ocho barrios alejados del centro de la ciudad, donde sí se cuenta con una oferta consolidada.
Por eso desde diciembre del año pasado, la nueva Secretaría de Educación y Cultura garantizó la continuidad del programa con proyectos que buscan fortalecer su presencia en las seis escuelas, en el centro comunitario y en la parroquia donde se desarrolla, haciendo visible y consolidando la formación musical que se brinda para la primera infancia, logrando una mayor presencia institucional y articulación con otras áreas de la secretaría, entre otros objetivos planteados cuando comenzaba este año. En esa línea también se busca fortalecer el espacio pedagógico, el equipo docente; y el vínculo con las familias de las niñas y niños, con las instituciones y los barrios de la capital.
