El proyecto Ciclociudad volvió a poner en evidencia la poca infraestructura que existe en la ciudad para peatones y ciclistas. Además, piden que se promueva el uso de la bici y se liberen calles para ello.
Esta mañana integrantes del proyecto Ciclociudad realizaron un test de veredas en Mendoza y San Jerónimo, zona centro de la ciudad.
Se trató de una intervención urbana que englobó las siguientes acciones: presentación de la propuesta “Veredas de Emergencia”; prueba del “Dispositivo de Distanciamiento” y visualización de la imposibilidad de cumplirlo; conteo numérico de peatones, ocupantes de automóviles y pasajeros de transporte público; “Arrogancia del Espacio”, consistente en grafitear el porcentaje destinado a veredas y a calzadas, cuyo objetivo es dejar en evidencia la inexistente democratización de las calles.
Según los organizadores, «planteamos que se establezcan medidas que garanticen el distanciamiento físico en entornos urbanos con el objeto de promover desplazamientos seguros en medios de movilidad como la caminata y la bicicleta».
“Hay que empezar a preparar la ciudad para lo que se viene”, dijo en el programa televisivo Apto para Todo Público, Joaquín Azcurraín, quien participó de la movida.
«La propuesta se enmarca en el Derecho a la Ciudad, dentro del cual la movilidad juega un rol determinante en lo que refiere al acceso a bienes y servicios básicos para subsistir, apelando a la responsabilidad del gobierno local en promover políticas públicas que lo garanticen».
“La movilidad es un derecho que garantiza otros derechos, como la salud, alimentación, entre otros”, dijo Azcurraín.
Una de las conclusiones más contundentes que se establecieron es que “no está garantizado el no contacto físico y la distancia de 1,5 m”.
Otro pedido
Desde la Mesa de Ciclismo Urbano de la ciudad de Santa Fe, también solicitaron al intendente Emilio Jatón que se ejecuten medidas para promover el uso de la bicicleta en forma segura durante la pandemia pudiendo concretarse en: ciclovías transitorias, calles para uso compartido de peatones/vehículos de micromovilidad (bicicletas, monopatines) y resguardo para éstos últimos durante la jornada laboral.
Estas medidas “permitirán descongestionar los viajes en colectivo, considerando el riesgo de transmisión del coronavirus en espacios aglomerados, siendo ésta una medida de protección tanto para usuarios como para el personal a cargo del sistema de transporte público”, finalizaron.