El menor nivel de cumplimiento se observó en barrios pobres. En las comunidades indígenas se detectó hacinamiento. Así lo indica un estudio de la Comisión de Ciencias Sociales de la Unidad Covid-19, del que participaron investigadores de la UNL.
Un grupo de docentes e investigadores de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL (FHUC-UNL) formaron parte de un relevamiento sobre el impacto social de las medidas de aislamiento dispuestas por el Poder Ejecutivo Nacional, en el marco de la pandemia de coronavirus. La iniciativa pertenece a la Comisión de Ciencias Sociales de la Unidad Covid 19, conformada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, el Conicet y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
Gabriel Kessler, coordinador de la comisión, comentó que desde el Gobierno “nos transmitieron la inquietud por contar, en forma rápida, con un panorama de las condiciones subjetivas y estructurales que permitieran implementar la medida en los sectores más vulnerables, así como prever los principales problemas que se generaban o se podrían generar por el aislamiento”.
El relevamiento se realizó del 23 al 25 de marzo, y fue movilizado por más de 800 académicos que recopilaron información de más de tres mil referentes sociales de todo el país. En el caso de Santa Fe, el informe estuvo a cargo de Gabriel Obradovich, director del Departamento de Sociología de la FHUC-UNL.
Santa Fe y alrededores
Los docentes e investigadores de la FHUC-UNL se contactaron, de manera virtual, con 28 referentes barriales, miembros de ONG’s, de movimientos sociales, personal de seguridad, personal de la salud, referentes religiosos, y de comunidades indígenas, entre otros. Algunos de los consultados pertenecen a organizaciones que trabajan en varios barrios de la ciudad capital, pero otros se localizan en San Lorenzo, San Agustín II, Villa Hipódromo, Santo Domingo, Cabal, La Guardia, Vuelta del Paraguayo, Guadalupe, Alto Verde, Santa Rosa de Lima y Roma. Además, se contactaron con referentes de la comunidad de Arroyo Leyes (el informe provincial incluyó a Rosario y alrededores).
Sobre el grado de cumplimiento en la ciudad capital y alrededores, de los 28 reportes 16 consideran que la enorme mayoría acató la cuarentena; el resto que el acatamiento fue sólo parcial; y solo tres que mucha gente no acató la medida. El menor nivel de acatamiento se observó en barrios pobres de la ciudad de Santa Fe.
Sobres las principales dificultades para el acatamiento, se trabajó con un grupo social de pertenencia y área geográfica. En jóvenes y adolescentes se evidenciaron dificultades debido a consumos problemáticos. En las comunidades indígenas se observó hacinamiento y malas condiciones de la vivienda, falta de acceso a servicios básicos, particularmente agua corriente, dificultad para obtener insumos de higiene como jabón, lavandina y alcohol. Con relación a los y las trabajadoras informales de áreas urbanas integradas, donde la mayor parte de las ocupaciones son irregulares, precarias y sin un ingreso fijo, el trabajo para el ingreso diario se reporta como una dificultad para el cumplimiento de la cuarentena.
Comunicación, riesgo y servicios
Para el conjunto de la población en áreas urbanas integradas se observaron las siguientes dificultades: la falta de información y la subestimación del riesgo aparece como un problema para el cumplimiento de la cuarentena; falta de servicios adecuados para el aseo, particularmente agua corriente, y a las condiciones precarias de las viviendas para cumplir la cuarentena; ausencia de medidas de control para el acatamiento de la cuarentena.
En el relevamiento también se consultó sobre el grado de información sobre la epidemia y la prevención. La mayoría indica que la población está informada. Los principales medios por los cuales se informan son la televisión, redes sociales y whatsapp. Los que reportaron bajo grado de información, señalaron como principales motivos el analfabetismo y la falta de información en lengua QOM.
A los referentes también se los consultó sobre los problemas derivados del acatamiento total o parcial de la cuarentena. Allí se destacaron los aspectos socioeconómicos, debido a la paralización de la actividad económica de quienes viven de sus ingresos diarios; los problemas para la obtención de alimentos (con respecto a los comedores, se reportaron problemas en torno a la insuficiencia de suministros); diversos conflictos con las fuerzas de seguridad; aspectos referidos a elementos de higiene y salud: insuficiencia e incapacidad de compra; dificultades para el cuidado de adultos mayores con quienes no conviven.
Al ser consultados sobre los problemas percibidos de una eventual extensión de la cuarentena, los referentes remarcaron el temor a la profundización de los inconvenientes mencionados anteriormente.