Trascendieron fotos con una importante cantidad de dinero de denominación local y extranjera. Seguridad y el MPA coinciden que habría una allegada al empresario que ingresó al lugar. Hay un sumario por el levantamiento de la custodia a los locales.
La Agencia de Control Policial –ex Asuntos Internos– investiga por qué el local comercial en donde mataron a Hugo Oldani, el 11 de febrero pasado, estuvo sin custodia durante varios días.
Según publica el sitio web www.zonacriticaonline.com por orden del ministro de seguridad, Marcelo Sain, abrieron un sumario administrativo para establecer con precisión quién dio la orden de dejar sin resguardo policial a los locales 29 y 30 de la galería Rivadavia.
El pedido de Sain se sustenta en una inspección que llevó adelante la jefe de ésa agencia de control, la comisaria Mariana Olivieri, el lunes de la semana pasada en la seccional Primera de la URI.
A las 22 se llegó al lugar acompañada de otros efectivos y pidió que le exhiban las órdenes operacionales para la custodia permanente.
La sorpresa fue enorme: la orden estaba vigente desde ése mismo día, en horas de la tarde –bajo el Nro. 0435/20 – y fijaba “una presencia pedestre fija en el local”. Todo quedó registrado en el libro de guardia de la dependencia.
Olivieri llegó a la comisaría alertada por el levantamiento de la custodia, que debía estar en vigencia desde el mismo día del hecho.
Grande fue la sorpresa cuando advirtió que la misma fue levantada el 12 de febrero “a las 20:26 por orden del Jefe de la Primera Zona de Inspección, comisario supervisor Julián Nizzo, con conocimiento del Sub Jefe de Orden Público”, dice el informe de la funcionaria.
La jefa de la Agencia de Control le informó al ministro la irregularidad y al día siguiente de la inspección se abrió un sumario para establecer quién dejó desguarnecido el local.
Dólares que no están
La Fiscal a cargo de la investigación, Cristina Ferraro, ordenó el miércoles pasado a la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) que visualice las imágenes captadas por las cámaras de seguridad en la última semana, que apunten a establecer los movimientos en el lugar, que ella misma ordenó precintar desde el minuto uno de la pesquisa.
Es porque cree que una allegada a Oldani ingresó al lugar – al día siguiente – sin permiso judicial y retiró una enorme cantidad de dinero ilegalmente.
Ello surge de comparar las imágenes (que los investigadores tomaron en fotos y video en el lugar del hecho el mismo día del crimen) con el relevamiento del día 17 de febrero, en donde ya no estaban varios fajos de dólares apilados en estantes del local de la firma Oldani.
“La fiscal no ordenó ni avaló, ni por escrito ni verbalmente, el ingreso de nadie al lugar”, informaron voceros de la Fiscalía Regional, que tiene el control de los fiscales de grado.
Según dos fuentes consultadas con experiencia en la manipulación de dinero, en la agencia había alrededor de cinco millones de dólares.
“Es una cifra racional, estimo que pudo haber habido más si se tiene en cuenta que había pesos y, además, no encontramos nada en la caja fuerte, que recién pudimos abrir el lunes pasado”, dijo un pesquisa de la ex PDI que estuvo presente en el lugar y no sale de su asombro frente al faltante.
La investigación sobre la evaporación del dinero –cuyas fotografías pueden verse en esta nota y fueron ventiladas este viernes en el programa de TV de A24 “GPS”- tiene una certeza: la enorme ventana temporal sin custodia pudo haber habilitado la maniobra que tuvo una ilegalidad agregada, la violación del precinto ordenado por la Fiscal.
“No pudo nunca haber sido consentida esa maniobra por la representante de la MPA”, se informó desde la Fiscalía General a cargo de Jorge Baclini.
Funcionarios muy importantes de Seguridad señalan que “la fiscal prestó colaboración en la maniobra” de sustracción del dinero existente en el local de La Rioja 2441. Si Ferraro dio el visto bueno, sus días como funcionaria estarían contados.
Las irregularidades investigadas refuerzan la hipótesis inicial que tuvo sobre el suceso el ministro Marcelo Saín, quien declaró en los primeros minutos del evento que “habría que profundizar sobre los negocios, posiblemente ilegales, que se podrían haber desarrollado en esa galería, lo que tengo en claro que no fue un robo al voleo”, señaló.
Las críticas a sus dichos no tardaron en llegar. Casi en simultáneo los agencieros colegas de Oldani que organizaron una marcha bajo el lema de “Santa Fe Sangra” lo trataron de bravucón por apuntar a posibles actividades económicas de la víctima.
Alguna certeza tenía el funcionario. Cristina Ferraro, en tanto, deberá merituar si es conveniente salir a explicar tantas falencias. Por ahora se mantiene en silencio.