Lo expresó Esteban Borgonovo en virtud de los acuerdos políticos que se promueven con la oposición y la línea trazada por su par Marcelo Sain. El ministro de Gobierno también se refirió a la emergencia que pide el Ejecutivo y la premisa de la austeridad, mientras indicó que la cláusula llegó a su fin.
Nombre clave dentro del gabinete provincial, fundamentalmente a instancias de las negociaciones para lograr la sanción de las emergencias que se le demanda desde el Ejecutivo a la Legislatura en un contexto atravesado por la violencia, Esteban Borgonovo insiste en “la transición”. “Lamentablemente, la transición de un gobierno al otro no fue buena. No es solo un nuevo gobernador, sino el fin de un ciclo de 12 años. El justicialismo vuelve. Es una etapa nueva y distinta que ha exigido que los dos actores se reacomoden”, evaluó el ministro de Gobierno, Justicia, Derechos Humanos y Diversidad de la provincia en declaraciones a Ciudadanos (que se emite este domingo, a las 20, por Somos Santa Fe, Somos Rafaela y Somos Rosario).
Transcurrido un lapso, “el clima” de hoy en día parece haberse alejado de tanta “confrontación política” y es necesario “ponernos a trabajar en los temas que necesitan una solución”. Por ese motivo, desde el oficialismo se promovió el reinicio de una ronda de diálogos “con legisladores de todos los bloques de ambas cámaras”. “Hasta el tratamiento mismo de las normas, vamos a seguir trabajando, conversando y presentando el contenido de las normas que vamos a enviar y también en escuchar”, anunció de cara a los contactos que se pretende sostener con las fuerzas opositoras.
En ese orden, el funcionario se mostró confiado que los canales de diálogo deriven en un acuerdo político “serio”. Es decir, “sobre la base de la realidad”, enfatizó en alusión a la mentada emergencia en seguridad, cuyo proyecto ya fue enviado a fines a diciembre y no obtuvo respuesta legislativa. “Las condiciones que justificaban el pedido de emergencia ya estaban hace 20 días. Me parece un avance que haya una manifestación para tratar ese tema, pero hay que extenderlo a todos los temas que requieran una solución. Sería bueno que nos pongamos de acuerdo en atacar todos los problemas que tenemos”, subrayó, en tanto alentó un “diálogo político de otra calidad”.
A propósito, Borgonovo marcó que, además de la gran problemática que implica la seguridad, es menester tratar cuestiones relativas “a las dificultades financieras de la provincia”, lo cual se traduce, además, en las demandas de municipios y comunas, “el gasto en salud que se ha visto encarecido por la inflación” y “los planes sociales”, entre otras cuestiones. “Aspiro a que podamos tener respuesta para todos los problemas que tenemos, no solamente para el de seguridad”, indicó.
Consultado sobre si hay un plan de austeridad para el año en curso, el titular de la cartera de Gobierno evocó la directiva del gobernador Omar Perotti de “reducir al orgánica al 30% respecto de lo que recibimos”, a lo cual se suma el congelamiento de los salarios del funcionariado. Al respecto, opinó que el temperamento del jefe de la Casa Gris “tiene que ver con los números finos, la austeridad y el orden”. Vale decir, “es un signo de esta gestión”.
Sobre la depuración que se implantó en la fuerza policial y su eventual reacción en materia de hechos delictivos y la cantidad de homicidios que se contabilizan desde el inicio del año, más el aspecto político y el judicial, Borgonovo consideró: “Todos los actores están llamados a hacer su aporte. Hay que evitar a prácticas que significaban que uno le echaba la culpa al otro. La determinación del gobernador es absoluta, se trazó una línea infranqueable con el delito. Hay un respaldo absoluto a la gestión del ministro (Marcelo Sain) –enfatizó–. Tenemos la suerte de tener una persona con conocimiento, determinación y coraje”.
Al mismo tiempo, el responsable del área de Gobierno apuntó a “un acuerdo sólido y a largo plazo con la oposición en el tema de la seguridad. Y a la mesa, están convocados los otros poderes”, en tanto destacó que se ponga en discusión la feria judicial. “Lo que no se hizo, se está haciendo por necesidad. Llegamos a un punto en el que todos tenemos que hacer un aporte, todos tenemos que sentirnos parte de la solución y responsables de revisar nuestras propias prácticas”, esgrimió y postuló: “Tenemos que llegar a una política de Estado”.
En virtud de una posible reforma política, el funcionario consignó que pensar, por ejemplo, en un sistema de unicameralidad conllevaría una reforma de la Constitución, sobre lo que definió: “No veo que en este momento, ese sea un problema. Ha habido señales interesantes, de ambas Cámaras, también de congelar sus dietas –ponderó–. No creo que estemos en la situación de 2001. Siempre es buena la austeridad, porque no solo la representación política es importante en democracia, sino también la legitimidad. Y esto ayuda”, fundamentó.
Por otra parte y en el plano de los derechos humanos, la diversidad y la igualdad de género, como ejes de gestión, Borgonovo expresó: “El gobierno ha tomado nota de esa demanda social muy fuerte. Tenemos una Secretaría de Igualdad y Género, a cargo de Celia Arena, y nuestro Ministerio se amplió al área de diversidad. El movimiento feminista y las manifestaciones de diversidad son fértiles en términos políticos. Es un movimiento social llamado a tener consecuencias prácticas en el tiempo. Hay que trabajar de manera transversal –planteó– en todas las áreas. Son un elemento disruptivo positivo en todos los ámbitos”, mientras manifestó preocupación por la cantidad de casos de violencia de género “llegando al femicidio”. “Ahí tenemos una agenda que tiene que ser de todos”, aseguró.
En otro orden de cosas, el ministro se pronunció a la deuda que la Nación mantiene con la provincia en concepto de coparticipación –con la ya dispuesto por la Corte Suprema–. Mientras la última administración del FPCyS demandó en función de sus cálculos y la tasa de interés que se evaluó aplicable, el gobierno de Mauricio Macri lo impugnó y aplicó otra forma de actualización. “Ahora la Corte tiene que resolver cuál es la cifra precisa que se le deba a Santa Fe. La otra posibilidad es que haya un proceso en que ambas partes acordemos un monto. En la medida que, por uno u otro camino, lleguemos a una cifra concreta recién podremos discutir cómo empezamos a cobrar esa deuda”. Y señaló: “Santa Fe va a tratar de cobrar lo más rápido que se pueda, hasta el último centavo en pesos. Nación ha comenzado por normalizar la deuda corriente de 2019”.
Por último y sobre el futuro de la cláusula gatillo, Borgonovo evaluó que “se terminó”. “Alineándonos con lo que dice el gobierno nacional –encabezado por Alberto Fernández–, preservando los derechos de los trabajadores, atendiendo la necesaria recomposición salarial, hay que desacoplar la indexación de la economía porque no hay forma que los recursos acompañen los mecanismos de indexación. Esto se está conversando con los gremios”, cerró.