Por este medio las personas imposibilitadas de moverse pueden meterse al agua. Una empresa santafesina las fabrica. ¿Cuál es la actualidad del trabajo de los guardavidas?
Los parques del Sur y Garay en la ciudad tendrán sillas acuáticas para que personas con discapacidad motriz para que puedan meterse al agua.
Se trata de un dispositivo mediante el cual, aquellos o aquellas bañistas con imposibilidad de moverse por sus propios medios, puedan ingresar a los espejos de agua, sin que su vida corra peligro y con comodidad.
Sergio Berardi, secretario general del Sindicato Único de Guardavidas de Argentina (Sugara) en Santa Fe, brindó algunos detalles al respecto, en el programa televisivo Apto para Todo Público.
El dirigente indicó que “se trata de un proyecto que lleva varios años de pensarse en conjunto con otros actores, pero un empresario local tomó el desafío de desarrollar las sillas en la ciudad, debido a que antes se adquirían en Mar del Plata”. Se trata de la empresa Marina Sol.
“El Parque del Sur no es accesible, hay que decirlo con todas las letras, tiene barreras arquitectónicas por superar, pero queremos empezar por algo, los compañeros deberán brindar su colaboración”, dijo Berardi.
“Veíamos que algunas madres llegaban con sus hijos o hijas y los metían con las sillas convencionales, pero ahora será diferente y podrán hasta flotar”, indicó el dirigente.
“Nos hemos puesto a trabajar, no esperamos del Estado una respuesta, se trata del signo de estos tiempos, a través de la participación ciudadana ayudar a los estados”, reflexionó.
El lugar de las tareas
En otro orden, indicó que “no es novedad que los balnearios están mal, y eso redunda en condiciones de trabajo”.
Recordó que “propusimos proyectos de ordenanza para que las áreas que gestionan los balnearios comiencen su preparación con anticipación”.
También hizo hincapié en que “otro punto malo es que los guardavidas volvemos al área de deportes, donde ya tuvimos una mala experiencia”.
Lidiar con todo
El secretario general de Sugara también hizo hincapié en las cotidianidades de esta temporada.
“Las palometas nos visitaron. Con bajo caudal de agua y las altas temperaturas se activan”, dijo Berardi.
En cuanto a los protocolos de trabajo, indicó que “a los compañeros les pedimos que extremen las medidas de cuidados, sobre todo con menores, pero a todos los bañistas se les indica que no se metan al agua”.
En cambio, dijo que “si una persona mayor está solo en la playa y no hay nadie que imite ese ejemplo de meterse al agua, que se haga cargo, pero cuando hay menores, el guardavida se debe poner más rígido y llegado el caso solicitar la intervención de la fuerza pública”.
Berardi observó que “hay personas más concientes y otras menos, en la función del guardavidas está regular los ánimos”.
En Santa Fe el gremio tiene más afiliados en el sector público y en Rosario más afiliados en piletas, en total llegan a 600 afiliados.
La temporada del guardavida tiene cuatro meses, por lo que los haberes por esta función los cobran en esta parte del año, durante el resto se dedican a otros oficios.