Tal es la performance del colectivo chileno Las Tesis que ayer se replicó en la plaza 25 de Mayo, tras una multitudinaria movilización de mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries que ocupó las calles del centro santafesino.

Una multitud fue parte de la marcha que ayer ocupó las calles del centro santafesino para repudiar la violencia machista siguiendo la convocatoria de la mesa Ni una Menos local. Mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries se congregaron en la plaza San Martín para movilizarse a propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (cuya conmemoración se realiza cada 25 de noviembre y que en esa fecha debió suspenderse la actividad prevista por las condiciones climáticas).

Agrupaciones sindicales, organizaciones sociales y diferentes colectivos recorrieron Primera Junta hasta Urquiza para luego tomar General López y llegar, al final, a la plaza 25 de Mayo. Allí, tal como se había anunciado, se replicó la performance de Las Tesis, un grupo de mujeres chilenas que con la letra de “Un violador en tu camino” han repudiado la violencia, el abuso de poder y la feroz represión que el gobierno de Sebastián Piñera ha ejercido durante las últimas semanas en el vecino país. Particularmente, las vejaciones que han sufrido las mujeres. La denuncia de la performance expresa:

El patriarcado es un juez

que nos juzga por nacer

y nuestro castigo

es la violencia que no ves

El patriarcado es un juez

que nos juzga por nacer

y nuestro castigo

es la violencia que ya ves

El femicidio

Impunidad para el asesino

Es la desaparición

Es la violación

Y la culpa no era mía

Ni donde estaba

Ni como vestía

El violador eres tú

Es la yuta

Los jueces

El Estado

El presidente

El estado opresor es un macho violador

En un acto –que careció de escenario–, distintas voces dieron lectura del documento que puso el acento al contexto latinoamericano que imprimen las políticas neoliberales, al hilo del rechazo a las lógicas patriarcales que persisten. El grito unívoco fue “vivas y libres nos queremos”. “Somos el estallido del Ni Una Menos que marcó una bisagra en la visibilización y amplificación de la lucha contra la violencia. Somos la marea verde que supo ganar las calles exigiendo: ¡Aborto Legal Ya!”, resaltaron.

Así también se destacó que en el transcurso de 2019 y acorde a los relevamientos realizados por el equipo de género de la concejala rosarina Norma López, en nuestro país hubo 315 femicidios y travesticidos, en tanto 38 ocurrieron en nuestra provincia, mientras cada 17 minutos se solicita asistencia por violencia de género según datos oficiales.

“Este gobierno nos ató a un acuerdo con el FMI que incrementó la deuda externa e interna, lo que significa mayores penurias para el conjunto del pueblo, impactando  doblemente sobre nosotras, porque cobramos un 30 % menos que los varones, porque somos la mayor parte del trabajo precarizado, porque asumimos la mayor parte del trabajo doméstico, reproductivo y de cuidado, cumpliendo doble o triple jornada laboral”, continuó el documento.

“En la provincia, la transición deja al desnudo las responsabilidades políticas en cuestiones de déficit, de precarización laboral y de desfinanciamiento. Esta colectiva ha demostrado tener la fuerza de oponernos al hambre y la miseria y parar el país, y somos quienes seguiremos estando en las calles ante cada derecho vulnerado”.

Con relación a la emergencia en violencia contra las mujeres, el texto enfatizó que “nos matan cada 26 horas, no figuramos en las estadísticas. Nuestras vidas valen mucho más que 11 pesos, que es lo destinado por el gobierno nacional en políticas de género. Por eso, necesitamos y exigimos la Declaración de la Emergencia en Violencia contra las Mujeres, lo que implica que se destine presupuesto extraordinario, se reasignen partidas  para llevar a cabo medidas urgentes destinadas a la prevención y asistencia integral de las situaciones de violencia que se viven en un contexto de emergencia social, en materia de género. Queremos la instalación de refugios en todo el territorio nacional, un subsidio habitacional y asistencia económica para mujeres que se encuentren en situación de violencia y un plan nacional de promotoras territoriales capacitadas para la prevención”, reclamaron.

También se exigió que la “urgente la separación ideológica, política y económica de las iglesias y el Estado y cesar toda su injerencia en políticas públicas. Los antiderechos de la Iglesia católica y las evangélicas, más los gobiernos de este sistema, se empeñan en avasallar nuestros derechos. El debate del aborto confirmó la intromisión de los cleros en el Estado”. Y luego se pidió por “la anulación de millonarios subsidios y presupuestos públicos a obispos, curas y pastores”.

IVE e ILE

“Somos quienes defendemos que sean los hospitales de alta complejidad los que tengan la obligación de realizar abortos en gestas de más de 12 semanas. Somos a quienes ante el derecho de acceder a la práctica de ILE nos someten a diversas formas de violencia institucional: desde el maltrato y la re victimización, hasta la violación del derecho a la confidencialidad y la denegación de la práctica”, dijeron en la lectura mientras se reclamó “promoción para conocer nuestros derechos y presupuesto para garantizarlos y el apartamiento de objetores de conciencia de las direcciones, jefaturas y coordinaciones de los Servicios de Salud.

Educación Sexual Integral

“La ESI es un derecho humano fundamental del estudiantado de nivel inicial, primario, secundario y superior. Es la herramienta de prevención eficaz para batallar ideológicamente al sistema patriarcal opresor. El Programa Nacional de ESI creado a partir de la Ley 26150 se encuentra desfinanciado. Exigimos la implementación efectiva en todos los establecimientos y niveles educativos de la provincia. Exigimos a los senadores la urgente sanción definitiva del proyecto de Ley de ESI provincial”.

Paridad

“Somos la mitad de la población, por eso es justo que seamos la mitad de quienes integremos todos los espacios de decisión. La paridad es necesaria en los tres poderes del Estado y en sus tres niveles”, fundamentaron. “Es imprescindible en los partidos políticos, en los sindicatos y gremios, en los colegios profesionales, en la conducción de las empresas, en los medios de comunicación, en los deportes y en la ciencia. Nuestra cultura debe ser igualitaria y equitativa, debemos dejar de ser musas para ser parte activa de los procesos de construcción y producción cultural. Por eso exigimos paridad en los escenarios cantando, actuando, tocando, pero también paridad e igualdad de oportunidades y trabajo para las escenógrafas, iluminadoras, vestuaristas y gestoras culturales”.

Diversidad

“Somos las tortas, los putos, las travas y no binaries que exigimos: basta de criminalizar nuestras identidades. Somos quienes aún no tenemos la libertad de amar por fuera de la heteronorma y por eso pedimos justicia por Mariana Gómez, procesada por besar a su compañera en la vía pública. Exigimos al Estado el acceso para personas trans a los procesos de hormonización y cirugías. Celebramos la conquista del cupo laboral trans provincial y exigimos su inmediata implementación. ¡Basta de violencia hacia el colectivo LGBTIQ+!”, arengaron.

Precarización

“Somos quienes nos encontramos en la alarmante situación de precarización laboral en el ámbito público: una expresión bien clara de violencia ejercida desde el Estado, que solo en la provincia de Santa Fe pretende ocultar el vínculo laboral que tiene con 5000 trabajadoras y trabajadores, quitándonos todos los derechos laborales que nos corresponden de manera legítima. Hay quienes dicen defender los derechos de las mujeres, pero nos arrancan uno tan básico como la licencia por maternidad, impidiendo que amamantemos y descansemos nuestro cuerpo gestante”.

“Somos las madres, que parimos en condiciones de violencia en cada hospital del país, algunas criminalizadas por nuestra condición de mujeres, pobres, lesbianas o adolescentes. Somos las feministas quienes tenemos la responsabilidad de acompañar a les gestantes en su decisión de abortar o parir. Nuestro pañuelo verde es más que un símbolo de la lucha por el aborto, es nuestra posibilidad de demostrar que acompañamos sin juicio y distinción las decisiones de nuestras hermanas  y la conquista de derechos de forma segura y sin violencias para todas y todes”.

“Exigimos la implementación de la Ley Micaela. Esta ley obliga a todos los funcionarios/as y trabajadores de los tres poderes del Estado a recibir una capacitación en materia de género y propone la creación de un Programa nacional permanente de capacitación institucional en género y violencia contra las mujeres. El Estado es responsable y debe garantizar el acatamiento de las leyes, convenciones y tratados que reconocen derechos y garantías de las mujeres.

Denunciar la violencia de género nos genera una doble victimización porque debemos recorrer y realizar trámites burocráticos y muchas veces esto nos lleva a abandonar la denuncia, con el riesgo que supone, por eso exigimos leyes que nos amparen porque no se ha modificado significativamente la mirada que el poder judicial tiene sobre nosotras y nosotres”, sostuvieron con énfasis, entre otras demandas relacionadas con los distintos tipos de violencias.

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