Las obligaciones de pago de la Municipalidad con algunos de sus proveedores se están volviendo incontrolables. En dos lugares específicos del palacio y en algunos organismos descentralizados retiraron las impresoras por falta de cancelación de las deudas. Los empleados emiten documentación escrita a mano.

Hace dos días se realizó una reunión entre Emilio Jatón y José Corral, cada uno acompañado de sus equipos designados para encaminar lo mejor que se pueda la transición para el cambio de gobierno. Fue la primera vez que el intendente electo y el saliente se vieron las caras.

En aquella oportunidad, José Corral dijo que la deuda del Municipio es de 432 millones de pesos y apuntó que desde su equipo “defendemos los intereses de los vecinos. Hay deuda exigible, pero no hay que apurarse a reconocer cualquier deuda por los medios de comunicación porque esa es plata de todos los santafesinos”.

Sin embargo, Jatón fue más duro y dijo que desde el equipo de transición del Frente Progresista creen que la deuda del Municipio triplica a lo que da a conocer la gestión Corral.

Sobre el estado de las arcas municipales Corral dijo: “El país tiene una situación complicada, el Municipio tiene una deuda flotante, es decir, hay proveedores con atraso en sus pagos pero ello no afecta el normal funcionamiento del Municipio”.

La transición: Jatón y Corral cara a cara, pero con pocos datos

Pero ayer y hoy se registraron hechos que contradicen a Corral. La empresa proveedora de la Municipalidad de Santa Fe, encargada de brindar el servicio de mantención de las impresoras, tomó la drástica decisión de no continuar el vínculo comercial con el Estado municipal ante la falta de pago.

Hace unas semanas, una información no oficial dio cuenta del panorama que se vive en la Municipalidad por las abultadas deudas que tiene el Ejecutivo con los proveedores.

Los espacios descentralizados de la Municipalidad no cuentan con insumos básicos como tinta para las impresoras.

Los números rojos de Santa Fe y Santo Tomé

Ayer, esta situación fue más allá y la empresa que provee las impresoras retiró los aparatos del cuarto piso del palacio municipal y hoy hizo lo mismo en algunos organismos descentralizados (el que funciona en el Prado Español y en el Cementerio).

Debido a esta situación, los empleados municipales debían emitir certificados o documentación confeccionada y escrita a mano.

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