Así lo dijo Beatriz Gutiérrez, de la Multisectorial de Mujeres, en referencia a las 178 femicidios de 2019 en el país. “Hay espacios en los que no se escucha con un oído activo”, dijo.
El promedio indica que en Argentina una mujer muere, como consecuencia de la violencia machista, cada 32 horas. Hace pocos días Mumalá dio a conocer esta estadística escalofriante en cuanto a femicidios. Desde el 1 de enero hasta el 31 de agosto de 2019 se registraron 178.
Así lo dio a conocer el Registro Nacional que realiza el Observatorio Mumalá. Mujeres, Disidencias y Derechos, sobre la base de las publicaciones en medios gráficos y digitales.
De ese total: 151 femicidios son directos, 10 vinculados de mujeres y niñas, 13 vinculados de varones y niños y 4 trans/travesticidios. Asimismo, en proceso de investigación hay 29 casos. El estudio también indica que 146 niñes y adolescentes “se quedaron sin madre”.
El 17% de las víctimas había realizado denuncias previas, el 21% de los agresores se suicidó y el 7% de los femicidas pertenecen a alguna fuerza de seguridad.
En cuanto al vínculo de la víctima con el agresor, el 40% era la pareja; el 28%, la expareja; el 16% eran conocidos; 10% era un familiar; 4%, desconocidos y 2%, sin datos.
Beatriz Gutiérrez, integrante de la Multisectorial de Mujeres, dijo en el programa televisivo Apto para Todo Público que “es un número indicativo porque no hay cifras oficiales, por el que las organizaciones de mujeres estamos pidiendo”.
“En la provincia de Santa Fe se está llevando a cabo. Pero es un proceso, hay un enorme trabajo que se viene realizando en estos años por el impulso del movimiento de mujeres, pero todavía no alcanza”, expuso la dirigente.
“Hay motivos que antes no se denunciaban, por ejemplo violencia psicológica, pero hay espacios en los que no se escucha con un oído activo lo que dicen las mujeres, entonces no se miden los riesgos”, evaluó.
“Hay nuevas generaciones que se están sumando a la ola verde y por eso están viendo con mayor amplitud la violencia y la están pudiendo trabajar y denuncia, se están haciendo nuevos protocolos de atención”, sostuvo la militante feminista.
“Hay una herramienta por la que estamos luchando que es la Ley Micaela para concientizar a todos los niveles del Estado, pero todavía está trabada en la Legislatura”, afirmó Gutiérrez.
También indicó que “las mujeres no pueden vivir en refugios, deben vivir en libertad. Cuando hay que tomar medidas contra el agresor, el Estado a veces hace agua, muchos agresores rompieron las medidas de restricción”.
Por último, analizó que “las mujeres sufren más violencia cuando más lejos viven de los lugares donde se imparte justicia, por ejemplo las mujeres rurales”.