Así lo dijo la veterinaria Melina Mohamed, quien también vive con una ejemplar de dóberman. Explicó que el primer punto a cumplir es el asesoramiento.
El debate sobre la peligrosidad que puede representar la tenencia de algunas razas particulares de perros no termina. Todavía se escuchan las repercusiones de los últimos dos casos que volvieron a encender la polémica la semana pasada.
Vale recordar que con pocas horas de diferencia un rottweiler atacó a un niño, y un pitbull mordió a otro perro y a su dueño. En este contexto, la veterinaria Melina Mohamed sumó su punto de vista profesional y también como tenedora de una perra dóberman.
“Primero hay que asesorarse, esta perra llegó a mi vida no de casualidad, tuve un montón de otros perros, pero decidí tener un dóberman en el momento en el que vivía porque me servía de guardia, aunque también entendía que si lo quería de mascota para convivir con el resto de la familia hay que tener algunos recaudos, hay que asesorarse bien con los criadores”, reveló.
“Decidí tener la perra, pero no tengo chicos, y en mi casa, si van mis sobrinas, la perra está presente si yo lo estoy”, contó Mohamed.
La veterinaria reiteró que “primero hay que asesorarse y luego ser muy responsable con la tenencia, ella (por la perra) sale con correa, bozal y bolsita para juntar su caca, nunca debe andar suelta ni debe ser llevada por una persona que no pueda manejarla, porque allí ocurren los accidentes”.
“Hay galgos que muerden pero no son noticia, todos los perros terminan mordiendo si no se sabe educarlos, los perros reconocen a su familia por jerarquías, un líder y los que vengan abajo”, finalizó .