La muerte del niño se produjo el 5 de junio. Un médico forense apuntó sin dudas a un asesinato. Su entorno familiar estuvo bajo la lupa. Pero la Fiscalía pidió otra autopsia por otra línea investigativa.

En las próximas horas, se anunciaría oficialmente que la muerte del niño Diego Román fue por un ataque de perros de razas peligrosas.

Vale recordar que el caso suscitó toda la atención de la comunidad de Recreo, principalmente, pero de la ciudad de Santa Fe, debido a la gravedad del caso.

El pasado 5 de julio Diego Román apareció muerto en un campo de la vecina localidad. Inmediatamente, la conmoción social ganó la escena y se produjeron manifestaciones, y pedidos de esclarecimiento del caso. A tal punto que Gendarmería realizó denuncias a vecinos y luego fueron desestimadas.

Hubo acusaciones cruzadas dentro del entorno familiar del niño y hasta una Cámara Gesell en la cual la hermana de Diego declaró que su hermano y ella eran víctimas de malos tratos por parte de su padre y su pareja.

Caso Diego Román: la lupa está puesta sobre la familia

Sin embargo, transcurridos unos días de la penosa muerte del niño se conocieron dos cuestiones tan contrarias como vitales a la hora de analizar el caso.

En un principio, el médico forense Pascual Pimpinella anunció que “se trataba de un caso único” y que nunca en su carrera “había visto algo igual”.

Pimpinela ya había reconocido públicamente que el niño “tenía múltiples lesiones en toda la zona corporal”, incluso “mutilaciones”.

El profesional sostuvo que el cadaver “tenía zonas de mutilación, inclusive en la zona del pene, lo cual ha sido difundido”, y aclaró que no existen registros en la morgue judicial similares a este caso.

Pero fue la madre del niño la que introdujo un factor contrario a esta hipótesis.

Caso Diego Román: cobra fuerza la hipótesis del ataque de la jauría

La madre había apuntado contra el entorno familiar, pero también había pedido profundidad sobre la línea investigativa que apuntaba a un ataque de perros de raza peligrosa. De este modo desde la fiscalía se solicitó la colaboración de Gendarmería en la autopsia.

Durante la investigación entre estas dos hipótesis, pasaron muchos días sin que se logren establecer datos certeros en cuanto a la muerte de Diego.

En caso de anunciarse que el niño falleció por un ataque canino, se generaría un gran problema de índole civil y penal para el propietario del campo.

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