Rubén Michlig

Rubén Michlig expuso algunos de los ejes que Omar Perotti evalúa ya de cara a su asunción en consonancia con la situación que deja la gestión de Miguel Lifschitz. “Los números presupuestarios son preocupantes”, advirtió.

Figura clave en el proceso de transición hacia la llegada de Omar Perotti a la Casa Gris, Rubén Michlig sostuvo que su misión apunta a que “la herencia no sea tan pesada”. Concretamente, el dirigente justicialista precisó que se realizó “un amplio pedido de información, fundamentalmente, de orden presupuestario y financiero para poder conocer la situación que hay a junio y sobre esa idea proyectar. Los números publicados por la provincia al mes de mayo son preocupantes –advirtió– porque muestran un déficit superior a los ocho mil millones de pesos”.

En su paso por Ciudadanos (que se emite este domingo, a las 20, por Somos Santa Fe, Somos Rafaela y Somos Rosario), el exministro Coordinador del último gobierno de Jorge Obeid adujo que “en diciembre la situación era distinta”. “Después de 15 meses de recesión, hubo una caída de la recaudación del orden del 15%. Eso ha desmejorado las finanzas de la provincia y el escenario que tenemos para los próximos cinco meses es de continuidad de esto. Razón por la cual, es preocupante la situación”, definió, en tanto aludió a la coyuntura económica del país y sus consecuencias para los Estados provinciales y municipales.

“Hoy la provincia tiene números en rojo en las cuentas presupuestarias. Y no hay posibilidad de que disminuya en lo que resta del ejercicio porque los recursos están por debajo de la inflación y el gasto principal está atado a la inflación”, graficó.

Consultado sobre las obras públicas emprendidas por la actual gestión y las licitaciones en marcha, Michlig precisó que se demandó el detalle de los trabajo en ejecución. “Más importante es el estado de obras que están en procesos de licitación que no están adjudicadas o que no han iniciado su ejecución. Las decisiones que se tomen en este sentido harán que la situación sea más o menos grave. La intención es que haya continuidad en las obras”, esgrimió.

Específicamente sobre los números que dejará Miguel Lifschitz a su sucesor en las arcas provinciales, el dirigente aclaró que “la deuda total no es una cuestión que preocupe, como tampoco fue preocupante cuando se hizo la transición de Jorge Obeid a Hermes Binner. La preocupación está en lo que se denomina deuda flotante que ha tomado un valor importante. Es mucho más preocupante la relación de recursos y gastos corrientes, que es de déficit”, distinguió.

Con relación a las políticas sociales y, particularmente, el ponderado Plan Abre, reiteró lo dicho por Perotti sobre el interés por atender tales cuestiones. “En su teoría, coincidimos plenamente con el Plan Abre. La orientación de un gasto social hacia esos fines va a estar en la gestión. Podemos pensar el tema de la seguridad en cuanto al mando de la policía y al modo en que se ejerce la política de seguridad, pero también tenemos que actuar simultáneamente con las causas”, argumentó.

A propósito, Michlig no eludió la política de seguridad –uno de los ejes de la campaña electoral– y expuso que no se traduce únicamente en una variable de inversión. “El gobierno socialista gestionó varios años con emergencia lo que le permitió aumentar el equipamiento, aumentar la cantidad de patrulleros y de efectivos. Sin embargo, eso no se vio reflejado en la seguridad”, planteó. De esa manera, consideró que “la mirada hacia la seguridad viene con establecer un disciplinamiento de la política en un control de la fuerza policial y en el diseño de nuevas políticas de seguridad”.

Por último, quien fuera asesor legislativo se pronunció acerca del panorama nacional a instancias de las condiciones que presenta el mandato de Mauricio Macri. “El país que nos deja va a ser peor que el que tenemos hoy. Y si es reelecto va a ser un problema serio porque deberemos pensar en políticas propias para sostener la producción y el consumo. Habrá que tener una mirada mucho más profunda –recalcó– para sostener las empresas y el nivel de empleo”, evaluó.

 

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