Tal fue una de las conclusiones del informe final de la comisión bicameral del Congreso que investigó lo ocurrido con el ARA San Juan. Se reparten responsabilidades entre las máximas autoridades del gobierno nacional.
El 14 de noviembre de 2017 se produjo un incendio en el submarino ARA San Juan que provocó la muerte de sus 44 tripulantes. Durante la víspera, la comisión bicameral del Congreso dio a conocer el informe final de la investigación que llevó a cabo en relación con lo ocurrido y el proceso de búsqueda impulsado por el gobierno nacional. En suma, las conclusiones resultaron un golpe duro para los máximos responsables del Estado y, en particular, de la Armada.
«Evidentemente existió por parte de las autoridades navales una subestimación de la gravedad del incidente, situación que no permitió que aflorara un sano criterio de la necesidad de coordinar apoyo para el submarino siniestrado», se afirmó en el documento (que difundió Infobae).
En relación con las posiciones internas dentro de la Marina, el texto indicó que “los cuestionamiento de algunas decisiones entre la Jefatura de la Fuerza a cargo del Almirante Marcelo Srur y el Jefe del Comando de Adiestramiento y Alistamiento Contralmirante Luis López Mazzeo, llegaron a un punto tal que las decisiones que tomara el primero motivaron la presentación de retiros en forma colectiva, algo inédito desde la recuperación de la democracia hasta nuestros días en la Armada Argentina. Esto refleja una enorme falta de conducción y de subordinación».
Una de las figuras clave no es otro que el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y los funcionarios del área que conduce. “Se evidenció una falta de conducción ante la crisis, el ocultamiento de las circunstancias de la tragedia a los familiares de los tripulantes y a la opinión pública. De tal manera, el ministro de Defensa ha demostrado una grave irresponsabilidad funcional en las circunstancias que rodean a la tragedia durante la situación de emergencia y crisis provocada por la desaparición del submarino y especialmente en las instancias posteriores al cierre del caso SAR (búsqueda y rescate)”, cuestionó el informe de los legisladores.
Y continuó: “Las autoridades políticas se corrieron del centro de atención, dejando a la Armada al frente del manejo de la crisis, omitiendo la supervisión y control del manejo de las operaciones frente a aquélla, como también en la comunicación y relación con los familiares y la sociedad argentina».
Otro de los nombres que mereció reproches es el propio Mauricio Macri. “Como jefe de Estado, el presidente de la Nación, como comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, exhibió un bajo nivel de involucramiento con todo lo relacionado a la tragedia. Sostuvo en el cargo al ministro luego de los hechos y de su cuestionable desempeño. Las escasas oportunidades en las que apareció vinculado con la temática lo hizo en forma superficial, sin ejercer nunca su mando ni comando sobre la fuerza y muchas veces demostrando falta de empatía con los familiares de los tripulantes», remató el informe.
En virtud de la falta de presupuesto destinado a las Fuerzas Armadas, se objetó que tal situación “pone al marino entre cumplir su misión pese a no contar con todas las garantías de los bienes que conduce, o permanecer en tierra. Eso lleva a una pobre evaluación de la ponderación del estado del material, los riesgos que se podrían presentar y la influencia de la vocación de navegar. Los largos períodos sin utilizar las naves por hallarse en reparación, dificultan la instrucción y saltean etapas de formación imprescindibles luego en los puestos de comando”, definió el texto.