En esta nota hay detalles sobre el caso de corrupción que llevó al “malogrado” mandamás a ser investigado. Además, hay tres agentes muy complicados. 

Marcelo Lepwalts es oriundo de Buenos Aires y hace dos años que estaba en Santa Fe desempeñándose como jefe de la Policía Federal en esta jurisdicción. Él junto a otros colaboradores llamados Carlos Gómez Navarro, Cristian Boguetti, Michael Juan Arbildo, están en una situación sumamente complicada por casos de corrupción llevados a la luz por Asuntos Internos (es decir la policía de la policía).

Los motivos

La detención de un narco en la ruta 70, el pasado 4 de abril, con una importante cantidad de droga y el posterior reporte fraguado de los hechos, para que aquél pueda “zafar” de las rejas, es el principal motivo de la investigación de Asuntos Internos.

En aquel entonces, se informó que al “dealer embromado” por los policías, e identificado como Guillermo Kernc, se le secuestró una cantidad cercana a 81 gramos de cocaína, lo cual no era cierto, sino que era mayor. Esta situación falsa consta en un acta firmada por el propio mandamás local de la fuerza. Esa cantidad (fraguada) lo “habilitó” a Kernc a recuperar la libertad.

Vale recordar también que además de la droga, al narco en cuestión se le secuestraron dos teléfonos, uno de los cuales tenía detalles importantes y seguimiento sobre la actividad de la compra venta de drogas. Este último aparato fue recuperado por Kernc mediante el pago de una suma de dinero en una transacción que se hizo en el Espigón II. Al encuentro de Kernc, en esa ocasión, fueron dos oficiales de la Policía Federal.

Poliladron

Los efectivos policiales sabían perfectamente quién era Kernc antes de que éste cayera en el cacheo de la ruta 70.

La afirmación se basa en que en 2008, el jefe Marcelo Lepwalts había firmado una investigación que corroboraba una serie de escuchas telefónicas que se hicieron sobre un teléfono cuya propiedad era del mismo Kernc.

Los datos de esa investigación eran volcados a la fiscalía, que luego retiró la potestad de las escuchas y las llevó a otras fuerzas federales.

Igualmente, a esta altura, Lepwalts y los suyos tenían pleno conocimiento de que Kernc era narcotraficante. Por lo tanto, están siendo investigados por haber falseado el acta del procedimiento del 4 de abril pasado, encubrimiento por este caso, además de la participación en maniobras vinculadas al narcotráfico.

El caso que disparó las detenciones de los «federicos»

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