Así lo expresó Miguel Lifschitz tras la reunión que mantuvo con la cúpula de la Unión Industrial Argentina a la luz de la preocupación que manifiesta el sector ante la recesión y la caída del consumo. Bregó por un “plan integral de desarrollo que recupere la confianza de los empresarios y de los trabajadores”.
Tras el encuentro de Miguel Lifschitz con la cúpula del Unión Industrial Argentina (UIA) en Buenos Aires, el propio gobernador expresó que se abordaron cuestiones relativas a la situación económica y la realidad del sector “que tiene una presencia muy importante en la economía santafesina”.
No solo se trató de compartir el diagnóstico de la realidad, sino también “ver las perspectivas para el curso del año. La visión es muy preocupante. Empresas como Arcor, que tienen una red de distribución que llega a todos los rincones de Argentina, nos están alertando sobre una situación muy compleja que se avecina en los próximos meses como producto de la recesión económica, la caída de los salarios, la caída del consumo”, esgrimió el jefe de la Casa Gris y consignó: “Evidentemente, estamos en un escenario complejo desde lo económico y que requiere una solución política. No vamos a salir de esta coyuntura con medidas de ajuste o con recortes del gasto o con medidas coyunturales como las que propone el gobierno” nacional.
Desde esa misma perspectiva, Lifschitz bregó por un “plan integral de desarrollo que genere expectativas, que recupere la confianza de los empresarios y de los trabajadores y que ponga en marcha nuevamente la rueda de la economía”.
Consultado sobre si en la reunión se trataron las posibles alternativas electorales, el gobernador afirmó que no se expuso tal cuestión. “Simplemente, fue un análisis económico; quedamos en pensar juntos para elaborar algunas bases para pensar un proyecto de desarrollo para los próximos cuatro años de Argentina, que creemos es indispensable. Cualquiera sea el gobierno a partir de diciembre de 2019 vamos a necesitar de amplios acuerdos, de distintos sectores políticos para encontrar el camino que nos saque de la crisis”, planteó.
A la luz del proyecto para crear una banca pública en Santa Fe, Lifschitz comentó que junto a las autoridades de la UIA se conversó sobre “la necesidad del financiamiento para el sector productivo. Es uno de los grandes impedimentos que tenemos en Argentina. Los países desarrollados –argumentó– tienen una masa de crédito que puede estar entre el 80, el 90, el 100 o el 120% del Producto Bruto Interno (PBI). Argentina no llega al 15%. Esto está hablando del déficit del financiamiento que tenemos en el sector productivo y eso habla a las claras también de la falta de inversión y de crecimiento”, aseveró.
Al profundizar en el análisis, el gobernador santafesino evaluó que “la recesión implica pérdida de puestos de trabajo, caída del consumo y pérdida del poder adquisitivo de los salarios con una inflación que cerró el año pasado cerca del 50% y que este año, todos pronostican, que no va a estar debajo del 35%”. A propósito, subrayó que la pérdida de poder adquisitivo “no solo repercute en la vida de las familias trabajadoras, sino que retroalimenta la recesión porque la gente gasta menos, consume menos, por lo tanto hay menos actividad económica, menos actividad comercial, menos producción industrial y eso genera un espiral de pérdida de calidad de vida de los sectores populares y, por lo tanto, escenarios de conflicto”, definió el titular del Ejecutivo provincial quien estuvo acompañado en la mesa por la ministra de la Producción, Alicia Ciciliani, y el titular de la cartera económica, Gonzalo Saglione.