La hipótesis surgió a raíz de un riesgo que detectaron algunos ahorristas de que se termine el negocio del plazo fijo, y por eso pidieron cambiar sus fondos a dólares. ¿Qué sucedería si esa conducta se dispara en masa?

Actualmente, el negocio más rentable en el país está dentro de los límites de la patria financiera. En la Argentina hay depositados en plazo fijo más de mil billones de pesos.

Menos de un tercio de ese dinero son depósitos de menos de un millón de pesos, es decir de pequeños ahorristas.

Esta cifra aumentó exponencialmente 31% en el último tiempo. En cambio, ese incremento es mucho mayor para los ahorristas que poseen más de un millón de pesos aumentó. En esta categoría el aumento de plazos fijos es de 123%.

Algunos de los ahorristas comenzaron a mover esos montos en pesos para transformarlos a dólares. El motivo es que percibieron algunos riesgos y pensaron que el negocio próspero de tener un plazo fijo se puede terminar pronto.

La pregunta que surge inevitablemente es ¿qué pasa si todos los plazos fijos quieren pasarse a dólares? Pues la respuesta es tan simple como contundente: no hay cómo afrontar esa demanda.

Entonces ante ese escenario vale preguntarse también ¿qué pasa si entonces los ahorristas piden pesos? La respuesta es casi parecida: no hay los suficientes pesos, porque los tesoros de los bancos tienen letras.

En este escenario, el intendente santafesino, José Corral pidió al Concejo que otorgue el permiso al Municipio para contraer un préstamo de 10 millones de euros para llevar adelante obras en espacios culturales.

Artículo anteriorElecciones 2019: Hoffmann dijo que el FPCYS “es el más prolijo”
Artículo siguientePese a las resistencias, la Legislatura retoma la Ley de Educación