La ministra de Salud de Santa Fe explicó las características de la enfermedad y de qué modo se debe proceder en materia sanitaria. También destacó que en la provincia hay un total de 700 efectores entre nuevos y ya inaugurados. Sobre “el accidente” en el Cemafe, no descartó “manifestaciones malintencionadas” en un año electoral.
Ante una situación que encendió las luces de alerta en el ámbito sanitario a raíz de los 19 casos de dengue detectados en la ciudad, Andrea Uboldi repasó que el primer cuadro se detectó el pasado 17 de enero en un barrio de esta capital. “Recordamos siempre a los equipos de salud que el dengue es una enfermedad del verano y la vamos a tener. La vamos a tener en aquellos lugares donde no tuvo habitualmente dengue porque, al no tener anticuerpos para esa enfermedad, cualquier ingreso de países limítrofes o de provincias vecinas permite que aparezca la enfermedad, con un mosquito difícil de controlar porque es de puertas para adentro”, ilustró la ministra de Salud de Santa Fe.
En su paso por Ciudadanos, la funcionaria dio cuenta del trabajo puesto en marcha y la visita semanal a personas comprometidas de una u otra forma. “Estas personas que pueden tener dengue o se las investiga pueden ser veterinarios, jugadores de fútbol, amas de casa, peones, recolectores de residuos, albañiles, etcétera. Cuando se habla de esta enfermedad y que esta enfermedad es posible –profundizó–, corre el rumor de ‘capaz que la tengo yo’”.
Con relación a lo ocurrido con los ocho jugadores del plantel de Colón, precisó que en total se tomaron 31 muestras y las pruebas fueron negativas. “Una sola persona dio positivo, estaba vinculada por ser conviviente de otro caso que ya veníamos estudiando. La prueba negativa implica que, por el momento, no podemos decir que la persona tenga dengue. Por lo protocolos, en la segunda semana se toma una segunda prueba”, especificó Uboldi.
Por otra parte, la ministra fue consultada sobre la cantidad de efectores nuevos entre inaugurados y en construcción e indicó que hay un total de 700 en toda la provincia. “De esos, nuevos hay hospitales en Las Parejas, Las Toscas, Ceres, Venado Tuerto, más la inauguración próxima en Reconquista y del (nuevo) Iturraspe. Tenemos alrededor de 90 centros de salud nuevos –destacó–. Tenemos adecuaciones y readecuaciones de edificios viejos, como el hospital (José María) Cullen. Está en obras el Provincial y tiene una adecuación eléctrica el hospital Centenario”, detalló. Y consignó: “La lógica es que las personas estén en una habitación individual y que muchos de sus familiares puedan ingresar. Con el cambio climático, ahora son necesarios aires acondicionados”, en tanto aseguró que la inauguración del nuevo Iturraspe está prevista para “antes de junio”. “Es un gran edificio y un gran avance para la ciudad de Santa Fe y para la zona norte”, en particular.
Finalmente, la titular de la cartera sanitaria brindó explicaciones de lo ocurrido semanas atrás en el edificio del Centro de Especialidades Médicas de Santa Fe (Cemafe). “Ese día hubo una lluvia de 60 milímetros en 20 minutos. Tenemos un caño con un codo y al ceder ese codo, en un espacio limitado cayó agua. Las paredes de vidrio del Cemafe no están perfectamente pegadas al piso por la movilidad que tiene que tener y cuando hay agua, escurre por los laterales. En ese momento, la persona de mantenimiento rápidamente lo detectó y activó el plan de contingencia”, con lo cual se procedió a la evacuación.
“Esto no ocurrió en ningún lugar donde estuviera un paciente acostado –remarcó la ministra–. Rápidamente el ministro de Obras Públicas (Pedro Morini) estuvo en el lugar, se convocó a la empresa y se solucionó el desperfecto”.
En ese orden, la funcionaria evocó que durante la tarde de la misma jornada la empresa a cargo de la construcción actuó habida cuenta de la garantía aún vigente. “Se hicieron todas las pruebas previas a la conexión del Cemafe. No se cayó todo el cielorraso como se dijo –enfatizó –. Sí llamamos a todos los gremios para contar lo ocurrido, para que vieran el espacio y para que la empresa diera las explicaciones pertinentes e hiciera una inspección para evitar otro accidente. Esa misma tarde, se llamó a un ingeniero eléctrico para que ver la estabilidad de los sistemas. No había saltado nada de la central eléctrica. Esa misma tarde se cargaron las consultas para el día siguiente y al día siguiente se trabajó normalmente”.
Uboldi, al respecto, se mostró categórica: “Fue un accidente y ameritó una revisión. Es un año complejo porque es electoral y me parece que, a veces, puede haber mala intención con algunas de las manifestaciones. La responsabilidad en ese momento fue evacuar el edificio. Hay un plan de contingencia y amerita explicaciones”.