La ministra de Educación, Claudia Balagué, firmó el acuerdo por el cual la provincia pasa a tomar posesión del chalé de Chiclana 345, en la ciudad de Rosario, que fuera la vivienda particular de las hermanas Cossettini, dos pedagogas que dejaron su impronta en la educación santafesina.
La Legislatura de la provincia aprobó en marzo de 2018 la expropiación de la vivienda declarada patrimonio de la ciudad, por un proyecto del diputado Antonio Bonfatti. La norma estipula convertir la casa en un “espacio de conservación, investigación, producción, socialización y difusión de experiencias educativas innovadoras”.
En el inmueble convivirán distintas instituciones: el Laboratorio Pedagógico perteneciente al Ministerio de Educación provincial, el Centro de Jubilados Amigos del Paraná y la Red Cossettini.
“Para nosotros es muy importante que este inmueble pase a manos del Estado porque Olga y Leticia Cossettini son un símbolo de la educación santafesina. Además de las actividades que ya se realizan en el lugar, están planificadas otras que llevará adelante el Ministerio de Educación en relación al trabajo innovador y al desarrollo de propuestas simbólicas que tiene la casa junto a la Red y a la asociación”, destacó Balagué.
En la sede de la Región 6 de Educación se concretó el acuerdo de avenimiento expropiatorio entre la ministra Balagué y Hernán Franco Serapide, en carácter de propietario, junto a su esposa, del inmueble sujeto a expropiación, con quien se llegó a un convenio de pago. También estaban presentes técnicos del área de Patrimonio provincial.
VALOR HISTÓRICO Y CULTURAL
Esa casa fue habitada por las hermanas Olga y Leticia cuando se instalaron en Rosario, allá por el año 1935. Leticia vivió allí hasta su muerte, el 11 de diciembre de 2004. Luego, la familia decidió vender el inmueble.
Desde hace un tiempo funcionan en el lugar los talleres del Centro de Jubilados Amigos del Paraná relacionados con la naturaleza y la salud, pero la casa corría riesgo de ser nuevamente vendida para el desarrollo de un emprendimiento inmobiliario por lo que la Legislatura decidió expropiarla y destinar este espacio de “valor histórico y cultural” a “actividades sociales, culturales, recreativas y educativas” destinada a todos los santafesinos.