Desde el inicio de la gestión de Mauricio Macri hasta la fecha, los indicadores de la economía dan cuenta de un mayor endeudamiento, del crecimiento de la pobreza, de una baja presupuestaria para educación y ciencia, de un mayúsculo aumento de tarifas, así como de la inflación.  

Tres años después de la asunción de Mauricio Macri como presidente de la Nación, varias de las promesas de campaña no fueron cumplidas en tanto los indicadores de la economía dan cuenta de un panorama más complejo que el de 2015. Según datos del Indec y del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Rueda de Prensa elaboró una síntesis en base a una serie de cuestiones socioeconómicas clave.

Con respecto a la deuda que tiene nuestro país, ésta se incrementa a razón de 2.701.674 de dólares por minuto. A fines de 2015, la deuda pública bruta era de 52,6% del PBI (240 millones de dólares). Hoy, es de 80% y se espera que el año cierre en 87% del PBI acorde a los guarismos del presupuesto nacional. Vale decir, unos 311 mil millones de dólares.

La mentada vuelta al mundo, tan ponderada por la gestión de Cambiemos, hace ruido acorde a los valores de la balanza comercial que continúa con niveles de déficit similares a los de 2015. En tanto, nuestra visión del mundo se redujo a las condiciones impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). En 2017, Argentina tuvo la peor perfomance de la región en materia de crecimiento de las exportaciones al mundo, dado que crecieron solo 0,9% contra un promedio de 9% del resto de los países. Del total de lo que produce, Argentina solo exporta el 0,3%. Esto es, menos que Chile (0,35%), menos que México (2,2%) y que Brasil (1,2%).

Mientras uno de los anuncios de campaña fue “pobreza cero”, la dura realidad expone un diagnóstico angustiante. En consonancia con las cifras de la UCA, la cantidad de personas indigentes pasó de 5,7% en 2015 a 5,9% en 2017. En cuanto a las personas en situación de pobreza, pasó de 29,7% a 31,4% para el mismo año. En 2015, 40 de cada 100 niños eran pobres, ya en 2017, 48 de cada 100 niños eran pobres.

En materia de educación y ciencia, las partidas presupuestarias fueron en caída, lo que evidencia el criterio de recorte de lo que se considera gasto público. En 2015, la partida destinada a educación representaba el 7,4% del presupuesto, y la de ciencia el 1,5%. En 2018, ambas cayeron a 7% y a 1,2%, respectivamente.

Otro de los problemas críticos para el bolsillo de la población con acceso a servicios básicos es el incremento tarifario. Entre diciembre de 2015 y octubre de 2018, a nivel nacional el gas aumentó un 900% y la electricidad, 550%.

En el mismo período, para un hogar de la ciudad de Buenos Aires, el agua aumentó 483%, la electricidad 1321% y el gas 660%.

Desde la asunción de Macri, en otro plano, el PBI acumula una caída del 1,3%. La inflación fue del orden del 155%. El dólar se disparó 290% en relación con la cotización oficial que dejó la gestión de Cristina Kirchner en diciembre de 2015 y 160% frente al dólar paralelo en ese momento. La deuda en dólares creció en 80.000 millones de dólares con acreedores privados y más de 100.000 millones de dólares si se incluyen los dos primeros desembolsos del préstamo acordado con el FMI.

Aquí, el análisis de Rueda de Prensa:

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